“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

7/3/14

La paz de la escobas

Gustavo Márquez Marín  |  Apegados al guion imperialista del “golpe blando” que impulsa la derecha fascista encabezada por la troika López-Machado-Ledezma, unos “guarimberos” de la Urbanización “Las Acacias” de Valera, imitando a sus conmilitones del este de Caracas secuestraron a sus propios vecinos, cerrando también la vía de carga agrícola. Fue un secuestro de 2000 familias que también afectó a los trabajadores agrícolas del Valle del Momboy, al dificultarles el traslado y la venta oportuna de sus cosechas. A 5 días de iniciada la guarimba, sorpresivamente bajaron unos 800 campesinos y trabajadores de servicios turísticos de La Puerta y Mendoza armados de escobas y sin mediar palabra, despejaron la vía, liberaron en paz a los secuestrados y les dieron una lección a los vecinos.

Notas sobre la “utópica” idea comunista de Slavoj Žižek

Slavoj Žižek ✆ Pietro Marano
Sergio Méndez Moissen  |  Durante el mes de febrero del año 2013 en el influyente sitio de internet Al Jazeera se despertó un debate, a raíz de un texto de Santiago Zabala sobre la obra del filósofo esloveno Slavoj Žižek, en donde en lo “superficial”, el teórico decolonial / pos-colonial Walter Mignolo discute sobre los rasgos coloniales de la obra Žižek.

En lo “superficial” pareciera una discusión académica sin sentido alguno para la vida cotidiana, para la práctica política o para la militancia de izquierdas aquí, o en otros lados del planeta. Sin embargo, ambas posturas parecieran ser un reflejo de ciertos lugares comunes al interior de la izquierda, en los movimientos juveniles, en las luchas cotidianas o por demandas parciales con las que muchos nos hemos topado en diversos movimientos. El segundo, el texto de Mignolo, titulado Nosotros también podemos   critica la obra de Žižek como naturalmente eurocéntrica y critica su opción de salida comunista a países que “no requieren el comunismo, sino que requieren una salida distinta.” Con lo que se critica, con la veta posmoderna del pasado, la idea homogeneizante, totalizadora y

Un año sin Chávez

Atilio A. Borón  |  La derecha, articulada como nunca antes a escala mundial por obra y gracia del fenomenal poderío mediático estadounidense, confiaba en que con la muerte del líder bolivariano se acabaría el chavismo. En su tosquedad intelectual sus huestes se consolaban recíprocamente de sus derrotas latinoamericanas diciendo que “muerto el perro se acaba la rabia.” Pero la historia ha sido hasta ahora mezquina con sus anhelos. La “rabia” de los pueblos no es un fenómeno pasajero sino la consecuencia de la inequidad, desigualdad y opresión que incesantemente segrega el capitalismo, en estas tierras como en cualquier otro lugar. Sólo que en Nuestra América la rabia se amalgamó con una bicentenaria tradición político-intelectual emancipadora, anti-oligárquica y anti-imperialista que si bien no podría decirse que esté por completo ausente en otras partes de lo que se solía llamar el Tercer Mundo sí puede decirse que sólo lo está en un puñado de países y, sin dudas, sin la gravitación y longevidad evidenciadas en Latinoamérica y el Caribe. Tradición que se personifica en las figuras gigantescas de Bolívar y Martí, en ambos extremos