Especial para La Página |
Decía el filósofo Berkeley que "esse est percipi", que sólo somos cuando nos perciben.
Pero que seamos algo, que actuemos o que nos vean no significa que nos
comprenden. Es importante que los nuevos investigadores sociales eduquen sus
ojos, que aprendan a construir sus objetos de estudio y que aprendan a
interpretar los datos que extraen.
La ciencia ha sido creada por el hombre para mejorar la
extracción de datos. Los datos, la verdad, la información o cualquier cosa que
busquemos para comprender las causas y los efectos son objetos mudos y sordos,
son cosas inconscientes. Tenemos que creer que hay algo más allá de lo que se
nos muestra, tenemos que practicar la "willing
suspension of disbelief" del poeta Coleridge. Creamos (tómese la
palabra en sus dos concepciones).
Cuando vamos a entrevistar a alguna tribu o a algún
trabajador olvidamos que estamos llenos de prenociones de clase o políticas.
Una noción previa es como un recipiente, es como un molde, y todo lo que no
cabe en dicho molde es rechazado por nosotros, sociólogos occidentales.
Decía Balibar que el buen historiador sabe cómo entender la
historia de las naciones porque construye sus teorías con materiales ajenos,
porque no las recibe hechas, porque no las criba con sus propios métodos, sino
con los métodos del investigado. No podemos exprimir cocos con exprimidores de
naranjas (los cocos no se exprimen y un coco no cabe en un exprimidor de esta
"clase").