“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

27/12/14

China: un socio para no imitar

Claudio Katz
Las reformas económicas se discuten en Cuba evaluando la transformación mayúscula que ha registrado China. La nueva potencia asiática no es sólo un socio comercial de primer orden. Por su envergadura económica y su relevancia internacional se ha convertido en un importante aliado geopolítico para contrapesar las agresiones estadounidenses. Pero en un análisis desde la izquierda China interesa por un motivo adicional: ¿su modelo actual mantiene perfiles socialistas?[1].

Dos etapas diferenciadas 

China ocupa en la actualidad un lugar tan significativo como el alcanzado por la URSS en el pasado. No sólo es una gran economía en ascenso. Su expansión introdujo en las últimas décadas cambios significativos en el orden internacional.