“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

11/6/15

La victoria kurda pone fin al proyecto presidencial e islamista de Tayip Erdogán en Turquía

Manuel Martorell   |   No es ninguna exageración afirmar que la jornada electoral de este domingo tiene un carácter histórico para la República fundada por Mustafá Kemal Ataturk hace 90 años. La impresionante victoria del HDP (Partido Democrático de los Pueblos) no solamente pone fin al proyecto presidencial e islamista de Tayip Erdogán, sino que traspasa las fronteras turcas para convertir al pueblo kurdo en un factor político internacional de primer orden, si se tienen también en cuenta sus victorias frente a los islamistas, en este caso militares, en Siria e Irak.

Erdogán, que gobierna este país desde hace más de una década, necesitaba 276 parlamentarios para modificar la Constitución a su imagen y semejanza, introduciendo cambios políticos acordes con ese proyecto presidencialista. Pero, para ello, necesitaba que el HDP no rebasara el 10 por ciento de los votos a nivel nacional, requisito imprescindible para tener representación parlamentaria. La realidad es que resultaba verdaderamente difícil superar ese listón ya que la fuerza de la lista kurda se concentra, lógicamente, en las provincias situadas en el extremo suroriental de la [región de] Anatolia.