“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

26/8/09

El Ejército colombiano está penetrado por el narcotráfico y carcomido por la corrupción

Omar Montilla




Quienes integran la cúpula militar colombiana se jactan de tener el Ejército más “poderoso” de la región [1], al que hacen aparecer como invencible en una eventual confrontación con Venezuela, cuya Fuerza Armada, si bien no tiene la cuantía de personal que exhiben nuestros vecinos, está profundamente comprometida con la nueva realidad de nuestro país. Por la cantidad de hombres bajo las armas y por su dotación proporcionada por los EEUU, esa maquinaria de guerra se equipara a la del Brasil, un país con más de 8 millones de Kms2 y una población superior a los 200 millones de habitantes.