“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

26/4/12

Soldados “sudacas” en Afganistán / “Por España, lo que sea”

Jerónimo Giorgi

La noche del 24 de septiembre de 2007, Stanley Mera Vera, el soldado ecuatoriano de veinte años perteneciente al Ejército español, dormía sobre el suelo en el estrecho espacio entre las filas de cuatro asientos enfrentadas en la parte trasera del BMR (blindado medio sobre ruedas). La rugosa chapa de acero, que por el día se recalentaba con temperaturas de 40 °C, se convertía por la noche, cuando el termómetro descendía y el metal se enfriaba, en uno de los pocos lujos que un soldado puede darse en medio del desierto de Afganistán.

Por las noches, el pequeño rincón dentro del vehículo era propiedad exclusiva de Mera, que se lo había apropiado no solo porque era refrescante, sino porque además le protegía de los insectos que aprovechando la noche salían de sus guaridas. A un cuerpo de distancia dormía un soldado colombiano nacido en Medellín, Cristian Montaño, de 19 años. Tendido a la izquierda del motor, ubicado en la parte delantera del vehículo y justo detrás del asiento del conductor, Montaño dormía con la tranquilidad de tener la ametralladora Browning 12,70 al alcance de su mano. Sobre el techo descansaba el soldado albaceteño Rubén López García, de 19 años, que al igual que Montaño no se despegaba de su puesto junto a la ametralladora alemana MG42 calibre 7,92, instalada sobre la escotilla trasera, justo encima de Mera.

Del Capitalismo del Desastre a la Blitzkrieg

Álvaro Cuadra

Especial para La Página
Como ya ha sido advertido, el advenimiento del régimen nazi puso en marcha el lado oscuro de la modernidad. Todos los logros tecno científicos de Europa fueron puestos al servicio de un poder político totalitario. Nació de este modo la propaganda político mediática en gran escala y la guerra moderna. Esa misma lógica tecno industrial se aplicó al exterminio sistemático de millones de seres.

El poder de Hitler y de su partido se sostuvo en tres pilares fundamentales: Propaganda, Control Policial y Guerra. Como ya se sabe, fue Joseph Goebbels el inspirador y artífice de una política propiamente moderna de propaganda en gran escala. En su calidad de ministro de propaganda e ilustración popular del Tercer Reich y mediante la aplicación de principios de psicología social, utilizó todos los medios disponibles tales como prensa de gran tiraje, carteles, radiodifusión y cinematografía. Había nacido la propaganda política en la era de la comunicación de masas.

Diego Rivera / Arte público, museos privados

La exposición de las obras de Diego Rivera en un museo privado desafía todo lo que deberían representar

Hamid Dabashi

Te costará 25 dólares la entrada al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Si vas con tu esposa o pareja, serán 50. Si te acompañan dos hijos y tienen más de dieciséis años, aumentará a 100 dólares, los niños pequeños y los ancianos tienen un pequeño descuento. ¿Y tal vez otro descuento para gente común y corriente? “¿Forma parte de alguna corporación? preguntará la amable persona de la taquilla si le consultas. ¿Por lo tanto si uno trabaja para Goldman Sachs, por ejemplo, podría entrar gratis? “También hay otros beneficios” te dirá el servicial personal en el gran vestíbulo del MoMA.

Gernika / 75 años después, no engañan a nadie

Bombardeo "humanitario" de la aviación alemana a Gernika
Un día como hoy, hace 75 años, la aviación alemana escribió en Gernika uno de los episodios más terribles de la historia de Euskal Herria. El 26 de abril de 1937, la Legión Cóndor, comandada por el barón Wolfram von Richthofen y apoyada por aeronaves italianas, mostró al mundo de qué era capaz la barbarie fascista. No era la primera vez que aviones militares bombardeaban a población civil, pero la dimensión del ataque y el valor simbólico de la villa foral hicieron que el dolor por aquella tropelía fuera especialmente intenso para este pueblo. Hoy, Gernika es símbolo mundial de los horrores de la guerra y el fascismo, en parte gracias a Pablo Picasso, cuya obra maestra permanece en Madrid, y al trabajo que sobre el terreno hicieron periodistas comprometidos con la verdad, como George L. Steer, homenajeado ayer, que desmontaron la patraña franquista de que habían sido los propios vascos los causantes de aquella destrucción.