La documentalista Sophie
Fiennes elaboró una rara bestia fílmica en 2006, The Pervert’s Guide To
Cinema, que colocaba a un hombre frente a la cámara para explicar conceptos
filosóficos; éste no sólo tuvo éxito, también dio lugar a una especie de
secuela. Quizá cuando sabes que el hombre al que se filmó era el filósofo
esloveno Slavoj Žižek, empiezas a entender el por qué una segunda parte. Independientemente
de si estás de acuerdo con él o no, sus argumentos sobre las películas que
examina y su impacto en la vida real, siempre generan un debate único, y ahora
como parte de The Pervert’s Guide To Ideology el
pensador ha centrado sus reflexiones en La naranja mecánica
(1971) de Stanley Kubrick.
Žižek no ha entrado en el
territorio de rebuscadas teorías que exhibe el documental Room 237 sobre la adaptación
cinematográfica de la novela homónima de Stephen King. Por el contrario, en un
nuevo clip de 'ideología', el también sociólogo y crítico cultural examina el
uso icónico de la Novena Sinfonía de Beethoven en relación con la filosofía en
la cabeza del personaje Alex DeLarge (Malcolm McDowell), y también
sentencia su "capacidad de adaptación universal" a lo largo de
la historia. Como él dice, "puede
ser utilizado por movimientos políticos que se oponían por completo el uno al
otro" y apunta el uso de la composición en la Alemania nazi, en China
durante la Revolución Cultural, y también en Rusia como una canción
comunista. Los resultados del uso
político de la Novena Sinfonía es, en palabras de Žižek, "una escena perversa de la fraternidad
universal", algo sobre lo que el trabajo de Beethoven claramente
versaba en la Viena de 1824 cuando la pieza se estrenó
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
26/1/17
Slavoj Žižek y el uso de la Novena Sinfonía de Beethoven en 'La naranja mecánica' de Stanley Kubrick
Jacques Rancière: potencias e impasse de un “giro estético”
Jacques Rancière ✆ Gastón Spur |
Las dos obras
más recientes del filósofo francés parecen confirmar lo que se ha dado en
llamar el “giro estético” de su pensamiento. Asthesis y El
hilo perdido están consagradas, respectivamente, a analizar una serie
de escenas que atraviesan transversalmente campos diversos de las prácticas
artísticas (del Torso de Belvedere de
Winckelmann hasta el Cine-ojo del
soviético Vertov, pasando por los reportajes norteamericanos de Agee y las
renovaciones de la danza de Loïe Fuller e Isadora Ducan) y un conjunto de
prácticas de escritura (Flaubert, Conrad, Woolf, Keats, Baudelaire y Büchner,
pilares centrales que estructuran un libro plagado de una profusión erudita de
referencias al arte “moderno”). Estos últimos ensayos confirman la creciente
centralidad que la reflexión sobre el arte ha ganado en su producción.
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