“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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11/3/17

‘Rescate al amanecer’, a una década de su estreno — Fuga existencialista, por una nueva racionalidad

Luis Carlos Muñoz Sarmiento

Vietnam, 1965. Rescue Dawn o Rescate al amanecer, del alemán Werner Herzog (n. Werner Stipetic, Münich, 1942), podría pertenecer al género guerra como al drama existencial o al thriller psicológico. En efecto, la historia real del piloto germano Dieter Dengler quien luchando a nombre de EE.UU en Vietnam se accidentó en su avión Douglas A-1 Skyraider y cayó en manos de guerrilleros de Laos, fue llevado luego a un campo de prisioneros de guerra y por último en compañía de unos pocos huyó es un filme anti-bélico como otro de corte existencialista o psicológico. Tras superar grandes escollos, logró ser rescatado por un helicóptero y regresar con vida al hospital Danang (no propiamente para ser felicitado), por último “secuestrado” y llevado a su portaaviones. El filme se inicia a bordo del U.S.S. Ranger, Golfo de Tonkin, un episodio manipulado por EE.UU para justificar su invasión a Vietnam. En efecto, la Resolución del Golfo de Tonkin (oficialmente Southeast Asia Resolution, Public Law 88-408) fue emitida por el Congreso el 7 agosto 1964: autorizaba al Presidente Johnson para actuar de manera integral e irresponsable contra la República Democrática de Vietnam Norte, a la cual acusaba de agresiones en contra de naves gringas en el lugar que da nombre a la resolución. Esta es de importancia histórica porque autorizó al presidente, sin una declaración formal de guerra por el Congreso, para usar fuerza militar en el sudeste de Asia. Documentos recientemente desclasificados proporcionaron todavía más pruebas de que el Gobierno Johnson fingió el incidente para intensificar la Guerra. Un informe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) concluye: “Esa noche no ocurrió ningún ataque” al portaaviones USS Maddox.

5/3/17

El fundador, película de nuestro tiempo: el capitalismo como entretenimiento

Tim Lott

Esta semana fui a ver El fundador [The Founder], una película nueva sobre el hombre que se encuentra en el origen del imperio McDonald’s de comida rápida. A Michael Keaton se le pronostica un Oscar por su retrato de Ray Kroc, que convirtió a los volteahamburguesas McDonald’s, con su único local de San Bernardino (California), en una historia de éxito global. El film tiene un 80% de aprobación en la página digital de reseñas agregadas, Rotten Tomatoes [célebre página norteamericana de crítica cinematográfica popular y periodística], un reparto de oro macizo y destacados valores como producción – y yo la he odiado más que cualquier otra película de la que tenga memoria.

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Representaba algo que nunca había visto antes en pantalla (fuera de United Passions, [de Frédéric Auburtin, 2014], la ridícula hagiografía del entonces presidente de la FIFA, Sepp Blatter): la completa penetración de los valores empresariales en la cultura convencional. Para quienes no la hayan visto, El fundador nos cuenta cómo Kroc, vendedor de cachivaches fallidos y estafador, se encuentra con el restaurante original de McDonald’s, gestionado por dos hermanos adorables y rústicos, Rick y Maurice McDonald. Kroc comenzó a otorgar franquicias de la marca y acabó traicionando a los hermanos, que seguían insistiendo en virtudes a la antigua como la calidad.

20/2/17

La La Land: A Leninist Reading

Slavoj Žižek

Among the PC reproaches to Damien Chazelle’s La La Land, the one that stands out for its sheer stupidity was that there are no gay couples in the film which takes place in LA, a city with a strong gay population… How come those PC Leftists who complain about the sub-representation of sexual and ethnic minorities in Hollywood movies never complain about the gross misrepresentation of the lower class majority of workers? It’s OK if workers are invisible, just that we get here and there a gay or lesbian character…

I remember a similar incident at the first conference on the idea of Communism in London in 2009. Some people in the public voiced the complaint that there was only one woman among the participants, plus no black person and no one from Asia, to which Badiou remarked that it was strange how no one was bothered by the fact that there were no workers among the participants, especially given that the topic was Communism.

And, back to La La Land, we should bear in mind that the movie opens up precisely with the depiction of hundreds of precarious and/or unemployed workers on their way to Hollywood to search for a job that would boost their career. The first song (“Another Day of Sun”) shows them singing and dancing to make the time pass while they are stuck in a highway traffic jam. Mia and Sebastian, who are among them, each in his/her car, are the two who will succeed—the (obvious) exceptions. And, from this standpoint, their falling in love (which will enable their success) enters the story precisely to blur in the background the invisibility of hundreds who will fail, making it appear that it was their love (and not sheer luck) which made them special and destined to success. 

19/2/17

El joven Karl Marx: Una historia inteligente de amistad comunista

Peter Bradshaw

Raoul Peck es el cineasta haitiano con una candidatura al Oscar este año por su documental I Am Not Your Negro sobre [el escritor afronorteamericano] James Baldwin. Acude ahora a Berlín con este drama histórico correoso y de intensa concentración, inflexiblemente intelectual, escrito en colaboración con Pascal Bonitzer, sobre el nacimiento del comunismo a mediados del siglo XIX. Y nos ofrece una sensación real de lo que significaba la política radical: hablar. Hablar, hablar y más hablar. Debería ser tedioso, pero no lo es. El espectáculo de gente ferozmente enojada que habla de ideas se vuelve de algún modo absorbente y hasta apasionante.  

Pese al título, no se trata exactamente del joven Karl Marx, más tiene que ver con el “bromance” [término para describir una película de estrecha amistad entre dos hombres] con el joven Friedrich Engels. Dada la poderosa presencia de Jenny, la mujer de Marx, casi amenazan por un microsegundo en convertirse en los Jules et Jim de la Izquierda Revolucionaria. Peck se guarda su mayor broma, o coup de cinéma, para el mismísimo final. Después de toda una película austera presentando hombres con sombrero de copa y bigotes de patillas, los títulos de crédito de cierre estallan en un estrepitoso y hasta eufórico montaje de acontecimientos políticos del siglo XX – el Che, el muro de Berlín, Ronnie y Maggie, Nelson Mandela, el movimiento “Occupy” – con acompañamiento de Bob Dylan. Nada de Stalin o de Lenin o de gulags o de Erich Honecker en el montaje, con todo.

17/2/17

Lucha de clases en la pantalla chica

Olvidada por 45 años, Ocho horas no hacen un día quizá sea la primera, sino la única, telenovela de inspiración marxista de la TV occidental, en la que Fassbinder aprovechó las posibilidades del medio para hablar de la clase trabajadora.

Luciano Monteagudo 

A comienzos de 1972, Rainer Werner Fassbinder tenía apenas 26 años y en sólo tres había filmado quince largometrajes, que finalmente empezaban a ser reconocidos por la crítica y los principales festivales internacionales, a pesar del rechazo inicial que había provocado –aquí mismo en la Berlinale– su opera prima El amor es más frío que la muerte (1969). Pero Fassbinder era plenamente consciente de que su cine -formalmente tan austero como sus presupuestos– era apreciado sólo por una élite: la misma burguesía a la que él no dejaba de cuestionar. Por eso, cuando la cadena de televisión Westdeutscher Rundfunk (WDR) le ofreció escribir y dirigir una miniserie para su catálogo de producciones familiares, tan populares en la TV alemana de la época, Fassbinder no dudó en aceptar la propuesta. El resultado fue Acht Stunden sind kein Tag (Ocho horas no hacen un día), una experiencia crucial y a todas luces insólita que en estos días, en una flamante versión restaurada, se ha convertido en el gran acontecimiento cinéfilo del Festival de Berlín.

26/1/17

Slavoj Žižek y el uso de la Novena Sinfonía de Beethoven en 'La naranja mecánica' de Stanley Kubrick

La documentalista Sophie Fiennes elaboró una rara bestia fílmica en 2006, The Pervert’s Guide To Cinema, que colocaba a un hombre frente a la cámara para explicar conceptos filosóficos; éste no sólo tuvo éxito, también dio lugar a una especie de secuela. Quizá cuando sabes que el hombre al que se filmó era el filósofo esloveno Slavoj Žižek, empiezas a entender el por qué una segunda parte. Independientemente de si estás de acuerdo con él o no, sus argumentos sobre las películas que examina y su impacto en la vida real, siempre generan un debate único, y ahora como parte de The Pervert’s Guide To Ideology el pensador ha centrado sus reflexiones en La naranja mecánica (1971) de Stanley Kubrick. 

Žižek no ha entrado en el territorio de rebuscadas teorías que exhibe el documental Room 237 sobre la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Stephen King. Por el contrario, en un nuevo clip de 'ideología', el también sociólogo y crítico cultural examina el uso icónico de la Novena Sinfonía de Beethoven en relación con la filosofía en la cabeza del personaje Alex DeLarge (Malcolm McDowell), y también sentencia su "capacidad de adaptación universal" a lo largo de la historia. Como él dice, "puede ser utilizado por movimientos políticos que se oponían por completo el uno al otro" y apunta el uso de la composición en la Alemania nazi, en China durante la Revolución Cultural, y también en Rusia como una canción comunista.  Los resultados del uso político de la Novena Sinfonía es, en palabras de Žižek, "una escena perversa de la fraternidad universal", algo sobre lo que el trabajo de Beethoven claramente versaba en la Viena de 1824 cuando la pieza se estrenó

9/1/17

Michelangelo Antonioni, Federico Fellini y Pier Paolo Pasolini: Tres cineastas italianos de culto

Pedro García Cueto
La incomunicación en el cine de Antonioni
La obra de Michelangelo Antonioni sigue siendo, para muchos cinéfilos, una de las más valoradas del cine italiano. Nos hallamos ante un cineasta que ahondada en la incomunicación del ser humano, a través de imágenes de singular belleza. Obra de culto, sin duda, la de Antonioni, porque su cine es moroso, con escenas lentas, que exigen del espectador una especial paciencia y que nos llevan a considerar sus películas como esenciales en nuestro universo cinematográfico.

El director italiano nació en 1912, en Ferrara, un 29 de septiembre. Creció en un ambiente intelectual donde imperaba el fascismo italiano. Pero pronto el director se aleja de esto, interesado por el cine. Le acompañan en esa singladura que comenzó en los años treinta, la sólida amistad de Giorgio Bassani y la del filólogo Gianfranco Caretti, ambos del círculo literario de Ferrara, hombres que ya van abriendo la senda de la cultura en la ciudad italiana en un período tan difícil como el anterior a la Segunda Guerra Mundial. Antonioni va a ser también un crítico cinematográfico de prestigio en revistas como Corriere Padano, Cinema, Italia Libera y Bianco e Nero.

23/11/16

Karl Marx y ‘Los Hombres Libres de Jones’

Paula Schaller

Free State of Jones, traducida como Los Hombres Libres de Jones, la nueva película de Gary Ross (Los juegos del Hambre), fue estrenada en junio de este año en Estados Unidos y en noviembre desembarcará en nuestro país bajo el título El Valiente. Situada en Mississippi durante y después de la Guerra de Secesión norteamericana (1861-1865), narra la historia del personaje real Newton Knight (interpretado por un brillante Matthew McConaughey), granjero sureño que lideró un grupo de pequeños granjeros blancos desertores del Ejército de la Confederación que, no sin contradicciones, comenzaron una vida en comunidad junto a esclavos negros fugados de las terribles condiciones a las que eran sometidos en las plantaciones algodoneras y tabacaleras.

Desde las primeras escenas de la película –que transita entre el subgénero del drama bélico, el biográfico y el cine social– se transmite el desencanto reinante entre las tropas con una guerra librada en nombre de los impopulares intereses de los propietarios esclavistas, una auténtica “rebelión a favor de la esclavitud” como definió Marx al levantamiento de los Estados sureños en sus escritos sobre la guerra civil norteamericana. Es que a medida que se avanza en el film, se tiene la sensación de que el director hubiese tomado inspiración de la brillante pluma de aquel, que retrató como nadie la enorme conmoción social y el horizonte revolucionario posibilitado por la Guerra de Secesión, que al abrir camino a la abolición de la esclavitud encendía la mecha de una poderosa alianza social entre los negros y la clase obrera blanca.

20/4/16

Gyula Kosice, creador del arte con los ojos del porvenir

Demian Paredes   |   Se realizó el estreno mundial de Kosice Hidroespacial, documental del joven realizador Gabriel Saie, presentado en la edición número 18 del BAFICI. La película es un recorrido por la obra y vida del artista (poeta, escultor, inventor, artista plástico y visual, teórico) fundador de los movimientos Arte concreto-Invención y Madí, vanguardias de proyección internacional en las décadas de 1940, 50, 60... También, se desarrolla lo que es la concepción kosiceana de la “Ciudad Hidroespacial”, en su filosofía, y en las obras y modelos a escala que informan e ilustran la misma. Kosice, con 91 años, muy pronto a llegar a los 92, participó del proyecto del director, en una obra que fue concebida a lo largo de tres años.

En Kosice Hidroespacial aparecen Vivian Luz e Irina Sol, sus hijas (también artistas), quienes dan su testimonio y lo valoran como creador, comentan su trabajo y narran episodios biográficos, al igual que su hermano, Oreste Fallik. Otras intervenciones tendrán Ladislao Gyori, Raúl Santana, Adrián Barcesat, Andrea Giunta y Rodrigo Alonso, artistas y estudiosos del arte, quienes leen, analizan y proponen interpretaciones de la obra de Kosice (ahí se ve durante una lectura un tomo, de la década de 1980, rosa y rojo, publicado por Sudamericana, que compila décadas de su poesía, buscando conectar escritura y obra –tal como ocurre con la gota de agua mecida veloz y permanentemente–). Y más testimonios de colaboradores, amigos y discípulos. Otra presencia –por fotos, y la vía del recuerdo– es la de Diyi Laañ, esposa de Kosice.

28/2/16

‘El último lobo’, de Jean-Jacques Annaud

Alejado de la gran industria de Hollywood e ignorado durante un año por las salas de cine, el director francés arremete nuevamente con una obra maestra: historia, territorialidad, deseo, sensibilidad, política y naturaleza se entrecruzan en una brillante tragedia.

Agustín Romey   |   La película se sitúa en la China de Mao, han pasado dos años desde la Revolución Cultural, dos jóvenes estudiantes de Beijing son enviados como profesores a la Mongolia Interior, en donde residen pastores nómadas a los que deben “educar”, pero con la fuerte tradición del "confucianismo" cultural (culto a los mayores, respeto a la autoridad) la situación enseguida se revierte y las relaciones se trastocan. Chen Zhen, el protagonista, es quien propicia un cambio radical, luego de unos meses de convivencia su infinita curiosidad por las costumbres y un modo de vida completamente hostil para un muchacho de ciudad lo confrontan con las nociones de libertad, religión, responsabilidad que desarrollan el magma de significaciones que se produce en aquella comunidad. Hay un nudo particular que al desatarse hace devenir la historia; y es la relación que los pastores nómadas mantienen con el lobo, considerado una criatura sagrada del lugar, un Dios completamente libre.

15/2/16

‘Mia madre’, de Nanni Moretti — Un adiós a otra época

Gregorio Morán   |   Me reconozco ferviente seguidor del cine de Nanni Moretti. Me gustan todas sus películas. Unas más, otras menos, pero siempre las siento como algo personal, tal que si se tratase de un amigo que traslada a la pantalla situaciones con las que me siento identificado. Incluso su humor romano –nació en Bolzano por eventualidad veraniega–, donde domina el sarcasmo y la ironía, elegante pero con un toque de brutalidad. Aseguran que su madre falleció mientras montaba esa película magistral que conocemos como Habemus Papam (2011). Fastuosa descripción del mundo vaticano, realizada con la sensibilidad de un ateo ante uno de los fenómenos más sorprendentes de la humanidad: la elección del Papa y la introducción de la duda individual en un mundo hecho de certezas colectivas, casi inamovibles.

Ahora acaba de aparecer Mia madre. Me interesa poco si se trata de una evocación personal de su madre o de su tía abuela. Lo que me importa es la historia que narra, los vericuetos de un guión difícil, donde los personajes podrían pertenecer a cualquier familia media italiana, asentada y culta, desde el Risorgimento; algo insólito entre nosotros. Nanni Moretti consigue exhibir con habilidad, como quien no quiere la cosa.

13/2/16

Star Wars: obsesivo reinicio de una fantasía sociológica

Nicolás González Varela    |    He aquí una muestra de la nueva psicopolítica burguesa de la emoción y del mito. Como decía Borges, en estos tiempos en que los literatos parecen haber descuidado sus deberes épicos, lo épico nos ha sido conservado por films como Star Wars. Nobleza obliga: spoilers primero que nada: el Halcón Milenario vuelve, la Estrella de la Muerte es reemplazada por una gigante réplica a escala planetaria, los hologramas siguen vigentes, The Force se sigue pareciendo demasiado al mítico Anillo de Tolkien y J. J. Abrams es más “spielbergeriano” que “lukácsiano”

La visión de la nueva entrega de la franquicia Star Wars tuvo algo de nostálgico y mucho de dèjá-vu: había tenido la oportunidad de ver la primera entrega en su momento (1977) en el cine como espectador adolescente (¿e ingenuo?) y ahora en un rizo impensable del destino me sentaba con unas coquetas gafas 3-D (by Sony) a ver la última entrega del producto. Por supuesto que Star Wars y su productos seriales han sido analizados ad nauseam desde distintos puntos de vista en tanto mito posmoderno, en tanto cultura popular burguesa: como fuente de intuiciones filosóficas y éticas, como mito imperialista, como proyección de la experiencia popular de los propios EEUU, como representación de los derechos humanos, como visión teológica y religiosa, como cosmovisión de la generación de la clase media durante la Guerra de Vietnam o como producto “blockbuster” de lo que se conoce como New Hollywood (del cual Disney es una de sus usinas principales). La nueva entrega se pliega a esta nueva lógica del mercado Marvel style: se potencia la emulación, la nostalgia por sobre todas las cosas, además de la reutilización de ideas, caracteres y arquetipos narrativos que hayan probado ser lucrativos.

“La Tierra y la Sombra”, la película colombiana de César Augusto Acevedo — Una aproximación

Marino Canizales    |    Se suele olvidar con frecuencia que el artista muestra, no demuestra. Al hacerlo,  interpela la realidad que lo rodea dando cuenta de algunos de los signos de su tiempo, o  de ciertos rasgos que definen el carácter de una época y el lugar en ella de la multiforme condición humana con sus tensiones y conflictos. Debe investigar, sí, pero no tiene por qué ser especialista en temas específicos; si lo es, tanto mejor. Su mirada y su fuerza crítica actúan y se expresan de otra manera cuando se aproxima a procesos económicos, históricos o sociales que  están insertos en la gramática del pasado, o que le son contemporáneos, como es el caso de los efectos perversos de la explotación agroindustrial del monocultivo y las distintas violencias que la sustentan.  A partir de una poética, de unos recursos formales y de sus propios medios de expresión, como también de una valoración específica de sus imaginarios y de los imaginarios colectivos, libremente se aproxima a un punto de vista que le permite construir una realidad ficcional, articulada las más de las veces a una realidad histórica.

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La parcela y la economía campesina de subsistencia en la cual tiene su asiento, tienen  una significación específica para el sociólogo, el economista o el historiador, que las abordan como objeto de estudio. Tanto o más, si una entidad internacional como la Organización de las Naciones Unidas promueve el respeto y garantía de los Derechos Humanos de los campesinos, considerados como “un grupo social específico”[1] y vulnerable. 

19/1/16

Woody Allen, pariente y amigo

Woody Allen ✆ Pablo Lobato
Álvaro del Amo   |   Irrational Man, la última película de Woody Allen, vuelve a plantear la peculiar relación que el espectador que conserva aún la costumbre de ir al cine mantiene con un grupo de directores cada vez más escaso. Los realizadores veteranos que se mantienen activos, capaces de ofrecer un nuevo título cada año, cuentan con un público fiel al que se dirigen desde una posición caracterizada por una coloración personal. Un libro clásico consideraba al director de cine la estrella capaz de caracterizar una película, sustituyendo la antigua costumbre de apoyarse sobre los actores y actrices para sintetizar el reclamo, el atractivo, el tirón, que animará a acudir a una sala para pagar una entrada por el privilegio de ver a Clark Gable o a Sarita Montiel. Algunos realizadores siguen siendo la estrella, y, entre ellos, Woody Allen destaca con un fulgor quizá más brillante que el irradiado por otros colegas como su compatriota Clint Eastwood o, entre nosotros, Pedro Almodóvar. Una nueva entrega de Woody Allen concita un inmediato interés, en su caso teñido por una gama de emociones que exceden la curiosidad o apetencia estrictamente cinematográfica. Porque no es solo una película lo que nos convoca en el cine. Vamos a volver a visitar a un pariente, a encontrarnos con un amigo, a confirmar la admiración que sentimos por el artista que dejamos de admirar, o a conceder otra oportunidad al artífice que tanto nos decepcionó la última vez.

15/1/16

Luis Buñuel — El cine como instrumento de subversión

Luis Buñuel ✆ Salvador Dalí
El pasado 10 de enero se cumplieron 43 años de que el cineasta Luis Buñuel fuera galardonado con el Oscar al mejor film extranjero por "El discreto encanto de la burguesía", un premio que se negó a recibir personalmente. Hacemos aquí un recorrido por su extensa y perspicaz obra

Víctor Vicencio   /   Antes de hablar de la obra de una persona como Luis Buñuel sería necesario hablar acerca de su vida, de la cual podemos sin duda desprender los elementos que marcarían el arte del genial director español. De estos elementos podríamos señalar algunos bien identificables: la religión, la burguesía, la desigualdad de clases, las imágenes surrealistas, los sueños y el inconsciente. Estas obsesiones se remontan, así como él mismo lo ha señalado en las múltiples entrevistas que le realizaron en vida, hasta su infancia y su juventud.

Uno de los elementos centrales en la filmografía del director, como se puede ver en películas como Nazarín o Simón del desierto, es la religión cristiana. Según su propio testimonio, su primer des-encuentro sería con los jesuitas. Antes de ingresar en la famosa residencia de estudiantes, estudió en un colegio de jesuitas.

22/11/15

Shelter — Una película hecha por ‘gente extraña’

José Pablo Feinmann   /   […] se estrenó el esperado y demorado film del actor inglés Paul Bettany, Shelter. Bettany lo tenía listo desde fines de 2014. Con alguna suerte y alguna mala suerte, lo estrenó ese año en el Festival de Toronto, Canadá. Como suele ocurrir con las películas en que actúa Jennifer Connelly, ella se llevó todos los aplausos, aunque algunos, no pocos, quedaron para Anthony Mackie, su coprotagonista, y para Bettany. Shelter no es un film para mirar y comer cotufas, ya que se les encogerá el estómago y no tiene gracia comer en tanto uno mira una película de hambrientos. Se trata de un film hecho por gente extraña, rara. Aun cuando Bettany haya ingresado al universo Marvel (un arma de estupidización del poder mediático) interpretando a Vision y parece que exitosamente, aun cuando Connelly sea la modelo top de Louis Vuitton o de Balenciaga o Revlon, no son convencio- nales. Connelly es Embajadora ante la Unesco por Amnesty Inernational, hace cortos denunciando la violencia contra las mujeres. “Hagan ruido –dice–. Detengan la violencia contra las mujeres.” También contra el trabajo esclavo de los africanos para extraer diamantes en África. “No compre diamantes –dice–. No sea cómplice de los asesinos. Ellos explotan y matan a nuestros hermanos de Africa. No se convierta en otro asesino.

26/10/15

Homenaje al cineasta griego Costa Gavras

Foto: Costa Gavras
Pepe Gutiérrez-Álvarez   |   Constantin Gavras (Loutra Iraias, Grecia, 1933) acaba de ser objeto de una exposición en el marco del Festival Lumière en Lyon, con un éxito que ha obligado a los organizadores a prolongarla. Se han pasado todas sus películas, algo que no podríamos hacer digamos artesanalmente porque algunas de ellas no nos han llegado, aunque ya hubo una antológica en Valladolid 1/.

Costa-Gavras se inició como bailarín antes de viajar a Francia para estudiar la carrera universitaria de Filología en la Sorbonne, pero poco después ingresó en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos, algo que en Francia se tomaban muy en serio. “Loco por el cine”, trabajó durante cerca de diez años como ayudante de directores del prestigio de Yves Allègret (uno de los animadores del grupo “Octubre” en los años treinta, compuesto por surrealistas-trotskistas), el ya arcaico René Clair o de Jacques Demy… Nacionalizado francés en 1956, a mediados de los sesenta debutó como director con Los raíles del crimen (1965), gracias a la ayuda prestada por algunos amigos actores que accedieron a intervenir en la película sin cobrar sueldo. Basada en una novela de Sebastien Japrisot, este largometraje se articularía como un thriller opresivo que mostraba los aspectos más siniestros del entorno cotidiano, un “noir” de los buenos interpretado con convicción por el clan familiar compuesto por Simona Signoret, Ives Montand y Catherine Allègret, fruto del matrimonio entre Simona e Ives Allègret.

10/10/15

‘Blackmail’ y otras viejas películas de Alfred Hitchcock

 “Un clásico nunca agota lo que tiene que decir(nos)”Ítalo Calvino 
 
J.R. Concepción Llanes   |  Cuando Hitchcock era simplemente Alfred, se ganaba la vida como rotulador de la productora Famous Players Lasky. El pequeño mofletudo de 21 años, soñaba con mujeres rubias que le obedecían a sus caprichos, pero su físico era un obstáculo para sus deseos. Una barrera que llegó a ser de 1,70 metros de alto y casi 300 libras de peso. Por entonces, descubrió que quería ser director de cine. El mejor de todos. No existía otra meta para el futuro genio británico, para quien sería Sir Alfred Joseph Hitchcock. En 56 títulos, dirigió a tantas rubias como quiso y se consagró como el rey del suspense.

Es difícil encontrar a otro maestro del séptimo arte tan prolífero y exquisito como Hitchcock. Mantuvo sus filmes en la cima durante seis décadas. Mientras otros no pudieron transitar del cine mudo al sonoro o trasladar el éxito alcanzado en su país natal a Hollywood, el londinense fue considerado un maestro en Inglaterra y Estados Unidos, y produjo a ritmo de un título por año en Norteamérica. Complació tanto al público como a la crítica e incluyó el sonido para aumentar aún más los momentos de tensión y ansiedad, que tanto se jactaba de lograr.

Roberto Rossellini bautiza el realismo

Álvaro del Amo   |   [En] Madrid se vuelven a programar breves ciclos retrospectivos con copias nuevas y restauradas, dedicados a directores que merecen el calificativo de clásicos. El reciente protagonizado por el realizador italiano Roberto Rossellini (1906-1977), uno de los nombres clave de la historia del cine, ofrece al cinéfilo el regalo de una nueva visita al viejo y admirado pariente, con la satisfacción suplementaria de prescindir, al menos en esta ocasión, del siempre un poco turbio adjetivo. Porque si el cinéfilo admite reconocerse en un epíteto, por otra parte pasado de moda, con la mínima valentía de quien declara su alejamiento respecto a la deriva actual de lo que se llamó el séptimo arte, tampoco puede ocultar un cierto alivio cuando siente que no será tan reaccionario cuando la revisión del pasado resulta tan actual. Los espectadores que acudieron a los Verdi a ver, o volver a ver, Roma, cittá aperta; Paisà; Stromboli; Europa 51 o Francesco, giullare di Dio es muy probable que no compartieran la impresión de encontrarse visitando un museo o rindiendo tributo a una estética pretérita. Lo que las imágenes –remozadas por las avanzadas técnicas quirúrgicas aplicadas al celuloide– comunicaban nada tenía que ver con la arqueología. Aquello vivía con la inmediatez del presente, con la contundencia de una actualidad que la propia actualidad niega a menudo, descuidada a la hora de preocuparse por su representación. La recuperación de las películas del director romano, tan lozanas y percutientes como si acabaran de nacer, liberaban al cinéfilo de su condición de reaccionario, pues si el ayer resucita en el hoy no se celebra la efemérides de un muerto, sino el gozo de que el anciano siga pareciendo un jovenzuelo a su edad provecta.

24/9/15

Marxismo–leninismo–maoísmo–godardismo: 'La Chinoise'

Una reflexión sobre ‘La Chinoise’, film de Jean-Luc Godard de 1967. Debates, polémicas y una renovación radical en la forma del lenguaje cinematográfico 
 
Luciano Ariel Bazán   |  Jean Luc Godard estrenaba “su china” hace 48 años. Problemática, ciertamente, la controvertida figura del complicado cineasta francés de difíciles películas. Casi como una necesidad, las legiones de los testigos de su obra se dividen entre los absolutos detractores para quienes sus films son en su mayoría groseramente incomprensibles, pedantes, insustanciales y con recursos más bien mediocres para disfrazar esa trivialidad, intelectualoides que logran sólo apagar la atención, absurdos que no causan gracia, un ticket de segunda clase para asquearte del cine francés y uno de primera para una buena siesta. Y por otro lado los adoradores absolutos, los que no usan su nombre en vano y lo llaman God-Art, las que dicen que, como con Hákim El Velado, algunos no están en condiciones de apreciarlo; en dos palabras, los Alain Bergala para quienes al séptimo arte de Godard no todos tienen el derecho de criticarlo.