“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

16/5/13

La estulticia habla de Hugo Chávez


Eduardo Zeind Palafox
  • Alberto Barrera Tyszka, ignorante de la economía, habla al azar, del azar, de estadísticas, creyendo que las estadísticas son la amplificación de cualquier cosa, incluyendo la sociedad y su estulticia
  • Decir que el chavismo sólo funciona en guerra es como decir que Marx sólo tiene sentido dentro del capitalismo, es como decir que el mar sólo es mar en la tierra.
Especial para La Página
En algún empolvado libro leí que el economista Malthus creía que existía gente que no había sido favorecida por Fortuna, y menos por Naturaleza, y un ejemplo de ello es Alberto Barrera Tyszka. En las dilectas obras de mi alma, en las obras de Lenin, leí que el capitalismo era posible gracias a la existencia de la afasia, tara espiritual que yace en lo pineal y en Los Pinos, y ejemplo de tal es Barrera Tyszka. En ‘Die Fackel’, periódico del magnífico satírico Karl Kraus, aprendí que las armas pueden ser embotadas por la pluma, y Tyszka representa tales diluciones o embotamientos. En el preciso y robusto ‘Lire le Capital’ del marxista Louis Althusser comprendí que es imposible criticar políticas sin poseer un instinto de clase, o al menos una consciencia de clase.

Søren Kierkegaard / El precursor del existencialismo

Søren Kierkegaard
Juan Rodes

Søren Kierkegaard (1813-1855), pensador danés, fue el precursor del Existencialismo porque su punto de partida filosófico era la existencia humana, no la existencia en su aspecto universal, como había sido tomada por filósofos antecesores. Buscaba una verdad  individual y subjetiva, ya que él no consideraba las verdades objetivas como esenciales para el ser humano, punto en común con los existencialista que lo precedieron, aunque para él, a diferencia de otros existencialistas, el hombre era creación divina.

La búsqueda de Kierkegaard se basaba en su propia vida, considerada por él tan corta que debía valorarla y aprovecharla al máximo con la  reflexión para el descubrimiento de la realidad en sus propias elecciones.