“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

18/5/17

Una crisis sistémica que hunde sus raíces en las relaciones de producción capitalistas

Henri Wilno

Una salida capitalista de la crisis sólo puede ser socialmente regresiva. El sistema no tiene nada que ofrecer para legitimarse. La cuestión de la automatización puede ayudar a denunciar la irracionalidad del capitalismo. La llamada crisis de gobernanza internacional se refleja, con rasgos particulares, en diversos países. Y ¿cuáles son los mecanismos de las políticas de Angela Merkel, Paolo Gentilloni o el Eurogrupo y el BCE? Henri Wilno entrevistó al economista francés Michel Husson para la revista suiza A l’encontre.
El mundo se recompone. Los economistas han analizado la crisis actual también (además de otros factores) como una crisis de la gobernanza capitalista. ¿Habría llegado la hora del declive de la hegemonía estadounidense sin que ninguna potencia sea capaz de sustituirla, ni siquiera China? ¿Qué podemos decir de estas tesis?
Français
La geopolítica, es decir las relaciones entre los Estados, y la estructuración de la economía mundial por las empresas multinacionales. Ambas facetas, la del capital y la de los poderes nacionales coinciden cada vez menos. La brecha se ha visto acentuada por una globalización que va más allá del comercio entre los países. Hoy en día es la producción de mercancías y su comercialización a caballo entre varias zonas del mundo, las llamadas “cadenas globales de valor”. Esta brecha entre los dos mapas del mundo hace que los intereses capitalistas no sean uniformes y no definan una política homogénea dentro de cada país.

¿Qué está sucediendo en la Guayana (francesa)?

Adrien Guilleau 

Aun cuando se hable poco en los media, el bloqueo en este territorio histórico ha sido permanente desde hace 3 semanas en lo que es sin duda el mayor movimiento popular jamás visto en la historia de la Guayana francesa. El 13 de abril, el colectivo “Para que la Guaya despeque” ha decidido que algunos bloqueos (no el que afecta al Centro Espacial) se abran a fin de que las divergencias entre quienes apoyan y quienes están en contra del mismo no se agrave.
Guayana, una colonia francesa
     1. Una economía colonial
Desde su colonización en el siglo XVII, la estructura económica colonial de la Guayana francesa no ha cambiado. Se caracteriza todavía hoy por el acaparamiento de las riquezas del territorio y un monopolio comercial. El recurso guayanés más explotado por Francia es el Centro Espacial Guayanés (CSG), construido en estas tierras por su posición geográfica, la ausencia de riesgos sísmicos o volcánicos y la estabilidad política de la colonia. Para el año 2017, el CNES (grupo estatal que explota el CSG) ha anunciado una cartera de pedidos de 5 300 millones de euros, lo que representa nada menos que el 140 % del PIB guayanés. 

Keynes, la civilización y el largo plazo

John Maynard Keynes
✆ Pablo Garcia
Michael Roberts

La teoría económica keynesiana es dominante en la izquierda del movimiento obrero. Keynes es el héroe económica de los que quieren cambiar el mundo; para poner fin a la pobreza, la desigualdad y las continuas pérdidas de ingresos y puestos de trabajo en las crisis recurrentes. Y sin embargo, cualquiera que haya leído las notas de mi blog sabe que el análisis económico keynesiano es erróneo, empíricamente dudoso y sus prescripciones políticas para corregir los errores del capitalismo han demostrado ser un fracaso.

En los EEUU, los grandes gurús de la oposición a las teorías neoliberales de la escuela de economía de Chicago y a las políticas de los republicanos son keynesianos Paul Krugman , Larry Summers y Joseph Stiglitz o, ligeramente más radicales, Dean Baker o James Galbraith. En el Reino Unido, los líderes de la izquierda del Partido Laborista en torno a Jeremy Corbyn y John McDonnell, socialistas confesos, se inspiran en economistas keynesianos como Martin Wolf, Ann Pettifor o Simon Wren Lewis para sus propuestas políticas y análisis. Los invitan a sus consejos de asesores y seminarios. En Europa, los Thomas Piketty mandan.

PDF
English
Los estudiantes graduados y profesores que participan en Rethinking Economics , un movimiento internacional para cambiar la enseñanza y las ideas económicas en ruptura con la teoría neoclásica, son dirigidas por autores keynesianos como James Kwak o post-keynesianos como Steve Keen, o Victoria Chick o Frances Coppola. Kwak, por ejemplo, ha publicado un nuevo libro titulado Economism, que sostiene que la línea de falla económica en el capitalismo es el aumento de la desigualdad y que el fracaso de la economía convencional consiste en no reconocerlo. 

Abril 1917. Y entonces llegó Lenin

Lenin ✆ Arkady Alexandrovich Rylov
"¡Tomad en vuestras manos vuestro propio destino!" (Octavilla repartida en Leipzig en abril de 1917) 

Miguel Salas

El mes de abril se inició en Petrogrado (*) con una protesta de 40.000 personas que exigen igualdad de derechos para las mujeres. Si en febrero ellas habían encendido la mecha de la revolución, no se iban a quedar sin derechos. El gobierno provisional no había acordado nada al respecto, lo dejaba para un futuro indeterminado. No se empieza una revolución para ir aplazando derechos, hay que conquistarlos y ejercerlos. Las mujeres ocuparon el centro de la ciudad y con grandes pancartas exigiendo “Derecho de voto”, “Si una mujer es esclava, no hay libertad”, “¡Viva la igualdad para las mujeres!”, se presentaron ante la residencia del gobierno y allí permanecieron hasta que lograron el compromiso de legalizar el derecho de voto para las mujeres. Al gobierno no le quedó otro remedio. ¡Es lo que tiene un proceso revolucionario! En la primavera de 1917, las mujeres rusas conquistaron un derecho que no tenía ningún otro país europeo. Dos días después, el 3 de abril, según el viejo calendario ruso; el 16 de abril, según el nuestro, Lenin llegará a Rusia y dará un vuelco a los contenidos políticos de la revolución.