“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

9/2/15

Tiembla la oligarquía madrileña y española

Marcha por el cambio, Madrid
Alberto Garzón Espinosa
Hoy sabemos con certeza que las bases del llamado milagro económico español fueron la burbuja inmobiliaria, el endeudamiento y la corrupción. No en vano, en los últimos treinta años se ha producido una transformación radical de nuestra estructura productiva. En este tiempo el peso de la industria ha caído desde el 28% hasta el 15%, mientras que la actividad inmobiliaria y la construcción ha crecido desde el 17% hasta el 29%.

Pero el ladrillo y cemento se propulsaban gracias a la actividad financiera. El papel del sistema financiero –bancos y cajas de ahorro- ha sido fundamental para alimentar la burbuja inmobiliaria y la actividad económica derivada. Y el lugar de España dónde más peso ha tenido y tiene el capital financiero es sin duda Madrid. De hecho la comunidad madrileña es una anomalía dentro de España. Mientras el peso medio del sector financiero en la economía regional española era antes de la crisis del 5%, en Madrid superaba el 7%. Madrid ha sido el corazón de las finanzas españolas, muy dependientes a su vez de las relaciones establecidas con las empresas constructoras e inmobiliarias y de las relaciones políticas.