“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

20/6/12

Malvinas / Causa irredenta

José Steinsleger

Un historiador que figura entre los contados que articulan rigor, ecuanimidad y amor por la disciplina publicó en enero de 1983 un vigoroso ensayo acerca de la guerra librada por Argentina y Gran Bretaña en las islas Malvinas (abril/junio 1982). Nuestro autor empieza diciendo que, a causa de la guerra, “…más gente ha perdido la chaveta por esto que por cualquier otra cosa. No quiero decir la gran mayoría de la gente, cuya reacción fue, con toda probabilidad, seguramente más apasionada o histérica que la de aquellos cuya profesión es escribir y formular opiniones”.

A ojos vista, podría suponerse que el autor se refería a los argentinos y sus demandas sobre las Malvinas, o a la desgarradora y no menos real contradicción que continúa causando insomnio entre los analistas progres: la índole dictatorial del régimen cívicomilitar que en 1976 usurpó el poder en Argentina, aunada a las históricas demandas de este país sobre la colonia que, eufemísticamente, Londres llama “Falklands” y, alevosamente, incluye en sus “territorios de ultramar”.

En principio era la deuda

Hace unos días, en el Festival Economía 2012 de Trento, George Soros advirtió de una última ventana de oportunidad de tres meses para remediar los problemas de la eurozona. La crisis europea se asemejaría a la crisis de la deuda del tercer mundo en los años ochenta, que afectó especialmente a América Latina. Al igual que entonces, los acreedores (el “centro”) descargan toda la responsabilidad sobre los deudores (la “periferia”). Pero hoy sería aún más grave, porque el centro diseñó las políticas que llevaron a la situación actual. La crisis del Euro es a la vez fiscal (Grecia) y financiera (el resto de los países). Soros teme una eurozona partida en dos, con una Alemania boyante y una periferia deprimida, una especie de imperio con su “hinterland”, muy distinto del “objeto fantástico” que fue la UE en sus inicios y que cautivara la imaginación de tantos.

¿Quién inventó el correo electrónico? / Noam Chomsky pone en duda cierta historia

El lingüista defiende que fue un antiguo estudiante suyo el que inventó el correo electrónico en 1978, tesis que contradice la defendida por el historicista de Internet Ian Peter, quien señala al ingeniero Ray Tomlinson como creador del correo electrónico.

En contra de las evidencias conocidas hasta la fecha, el popular psicólogo cognitivo y lingüista Noam Chomsky se ha reafirmado en que el correo electrónico  fue inventado por un exalumno suyo, de tan sólo 14 años de edad, en 1978.  “Los hechos son irrefutables”, escribió Chomsky en un comunicado que señala a V.A. Shiva Ayyadurai como el verdadero inventor del correo electrónico en lo que fue un proyecto de verano para digitalizar el sistema de correo interdepartamental de un laboratorio hospitalario. Ayyadurai ya empleó en 1978 la palabra correo electrónico para definir lo que acababa de crear: una replicación electrónica de un sistema de correo horizontal en una empresa. Este inventor envió el código de su invento a la Oficina de Copyright de Estados Unidos, quienes le otorgaron los derechos intelectuales sobre este desarrollo en 1982. Ayyadurai también registró aspectos tan habituales hoy en día como “Bandeja de entrada”, “CC”, “Responder”, “Libreta de direcciones” o “Grupos”.

Coca-Cola nos golea recordándonos lo españoles que somos

Jon Juanma

Especial para La Página
El lunes estuve viendo el partido de España contra Croacia en la Eurocopa. Corrijo: estuve viendo un partido repleto de jugadores millonarios que jugaron en nombre de un estado llamado España contra otros que lo hicieron en nombre de uno llamado Croacia. Confieso que lo vi porque me gusta el fútbol, pero sobre todo por inercia y como excusa para cenar con unos amigos. La aclaración al lector viene como antesala para hacerle otra de mayor calado: desde hace tiempo, al igual que procuro comer sano o hacer ejercicio, intento limpiarme el cuerpo de esa ideología cancerígena que nos separa y enfrenta a todos los que compartimos hogar en la Tierra: el nacionalismo.


Sobre la escritura... ¡y la lectura!

En la biblioteca siempre se encuentran libros especiales ✆ Taeeun Yoo
Eduardo Zeind Palafox

Especial para La Pagina
He regresado a los bajos mundos, a las grandes ligas de la redacción comercial. Hoy he escrito veinticuatro guiones de radio y he fumado cinco cigarrillos, y todo en menos de dos horas. Soy veloz. L. Armstrong ha soplado toda la mañana sus ritmos y mi pluma vuela, improvisando, hasta las sensibilidades del público. He regresado, maldita sea, a las grandes, a las benditas grandes ligas. Jamás me fui de ahí. Jamás dejé de pertenecer al grupo de los mejores.

Como los griegos, yo no acepto soñar en la paz, pero sí en la guerra. Y los que duermen estando en guerra sólo oyen trompetas, oyen los grandes llamados. Y es que "la vida es sueño", según Calderón. Quiero dar algunos consejos. Tales consejos le servirán al redactor en ciernes. Tales consejos me han servido en los últimos ocho años.

El primer consejo que doy consiste en leer como desaforados. Yo leo de todo. Leo el aburrido New York Times y leo El Capital. Leo los periódicos locales, que son redactados por piaras de cerdos, y leo los bonitos libros que venden en las tiendas de autoservicio.

La sociedad perfecta

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Una sociedad perfecta sería  aquella en la que las personas que la conforman disfrutan de una buena calidad de vida, como resultado de la existencia de elevados índices en materia de salud, educación, empleo, seguridad, vivienda, recreación, etc. Es decir, una sociedad que, en sentido general,  no tiene problemas, ya que éstos han sido solucionados gracias a la buena gestión de sus gobernantes.

En este tipo de sociedad perfecta no hemos tenido la oportunidad de vivir, ya que la nuestra (la venezolana), en particular, es una sociedad caracterizada por una serie de problemas que conspiran contra la posibilidad de que la mayoría (o la totalidad) de sus habitantes pueda alcanzar un buen nivel de calidad de vida. En general se le achaca la culpa de esta situación a los gobernantes que hemos tenido, cuyos rasgos más destacados, según la opinión generalizada, han sido su ineficiencia, su deshonestidad y su demagogia.

Lo contradictorio de este asunto es que, cada cierto tiempo, en las ocasiones en que se han realizado procesos electorales para elegir a nuestros gobernantes, durante algunos meses sí hemos tenido la oportunidad de imaginar a la sociedad perfecta, visualizada a través de los discursos utilizados por los diferentes aspirantes a ser presidente de la nación, gobernadores, alcaldes, etc. Estos aspirantes, cada vez que han intervenido ante sus potenciales votantes para referirse a los diferentes problemas que aquejan a la sociedad,  con el mayor desparpajo posible han prometido solucionarlos y dar paso a la construcción de la sociedad perfecta. Para ello se han valido de un discurso persuasivo, adaptado a las circunstancias del momento, sin importar las reales posibilidades que tenían de, efectivamente, solucionar los problemas. El resultado de todo ello ha sido lo que tenemos: una sociedad con muchos problemas, uno de ellos, por cierto, es su elevada capacidad para ilusionarse.