Claudio Katz / En el clima de gran politización que rodea
al balotaje, el debate en la izquierda se intensifica entre los partidarios de
votar a Scioli o en blanco. Esta polémica ha diluido la convocatoria inicial a
posponer cualquier discusión sobre el kirchnerismo. Los seguidores de Stolbizer que promueven el apoyo a Macri
han quedado fuera de estas controversias y de cualquier pertenencia al
progresismo. La discusión gira en torno a Scioli, que es visto en forma unánime
como un exponente del viraje conservador. Salta a la vista la responsabilidad
del gobierno en este curso. Las limitaciones políticas del oficialismo, las
ataduras al PJ, los fracasos económicos y el autismo frente al hartazgo social
explican este escenario.
El perfil derechista de Scioli ha quedado ratificado con la
difusión de un gabinete que incluye varios represores (Casal, Berni, Granados).
El candidato lanzó también nuevas advertencias contra los piquetes y propuestas
de inclusión del ejército en la lucha contra el narcotráfico. Sus principales
interlocutores son los capitalistas de IDEA, los bancos del Council of America,
los contratistas de Eurnekian y los viejos adversarios de Clarín. Un ex
funcionario del FMI es promovido como embajador de gran porte (Blejer) y un
autorizado vocero de la coalición oficialista propicia el rápido arreglo con
fondos buitres (Urtubey).