“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

17/7/12

Legítimo Cocuy ó aguardiente “majunche” / A siete años de la legalización del Cocuy

El cocuy está ahora en Venezuela
en un sitial muy importante
 
Erick Antonio Jimeno

Especial para La Página
A fines de junio de 2012  se cumplieron 7 años de la Reforma de la Ley de Impuesto sobre  Alcohol  y Especies Alcohólicas, sancionada por la Asamblea Nacional y promulgada por el Presidente Chávez en el año 2005, que legalizó la producción artesanal del cocuy. Esta Reforma de Ley desarrolló  el artículo 309 de la Constitución Nacional en cuanto a  la protección que el Estado debe brindar a “la artesanía  e industrias populares típicas de la Nación”  y autorizó la producción artesanal de toda bebida autóctona  proveniente de materia vegetal, fabricada por técnicas tradicionales en la que predomine el trabajo  manual,  hasta un máximo de 20 mil litros anuales por productor u organización de la economía social. También hizo énfasis en la protección y repoblación de la especie, en nuestro caso del agave cocui trelease.

Siete años han transcurrido desde ese reconocimiento del Gobierno y la Asamblea Nacional  Bolivariana a  los productores artesanales de cocuy de los estados Lara y Falcón,  invisibilizados  y discriminados por  muchos años  por los  Industriales  del mercado oligopólico de aguardientes y licores y por aliados de sus intereses en el seno de  la Administración Pública.

Mohamed Mossadegh / El patriota persa

Mohamed Mossadegh  Jon Sartish 
Lindsey Hilsum

Christopher de Bellaigue acaba de publicar una interesante biografía: Patriot of Persia: Muhammad Mossadegh and a Very British Coup  (HarperCollins The Observer-The Guardian 

Irán es el único país del mundo donde la gente piensa que en secreto, tras la máscara, Estados Unidos es el perrito faldero de Gran Bretaña. El héroe epónimo de la novela cómica de 1970 Mi tío Napoleón -que se convirtió en una de las series de televisión más populares de la historia de la televisión iraní- parodia cariñosamente eso mismo: de todo lo que salía mal, el tío Napoleón culpaba a los británicos.

La razón se encuentra en un período histórico que ha quedado marcado en las mentes de generaciones de iraníes, pero olvidado en el Reino Unido. En el elegante relato que Christopher de Bellaigue elabora sobre la vida del primer ministro nacionalista Mohamed Mossadegh, así como sobre el golpe dirigido contra él por el MI6 y la CIA, no sólo cuenta toda la historia de lo que sucedió, sino que pone de relieve los peligros de una política exterior que hace caso omiso de las percepciones de aquéllos con recuerdos más profundos que los nuestros.

Ha habido varias biografías anteriores de Mossadegh, pero De Bellaigue -un periodista británico que habla persa, que vivió en Irán y se casó con una iraní- ha escrito un libro fresco y relevante, con un pie en los dos campos, el británicos y el iraní. Muhammad Mossadegh era un noble persa, nacido hacia el final del siglo XIX, que como primer ministro de Irán en la década de 1950 nacionalizó el petróleo del país. Esto lo puso en conflicto con el gobierno británico, liderado por Winston Churchill, que, justo antes del estallido de la primera guerra mundial, había comprado una participación mayoritaria en la Compañía Anglo-Persian Oil, con su concesión en Irán. Churchill pensó que si se permitía el movimiento de Mossadegh se sentaría un precedente  y el poder imperial británico estaría amenazado en todo el mundo.

La Toma de la Bastilla / 14 Juillet: Noblesse oblige

Toma de la Bastilla
Charles Thévenin, 1793 - Museo Carnavalet
Álvaro Cuadra

Especial para La Página
Se ha dicho que si España es la “Madre Patria” de nuestro continente Indo-Afro-Hispanoamericano, no es menos cierto que Francia ha sido una suerte de “Tía Abuela”. Como se sabe, París constituyó la Ville Lumière, verdadera capital de la prehistoria moderna y modelo obligado de las incipientes burguesías latinoamericanas. La segunda mitad del siglo XIX testimonia la proximidad de la cultura francesa en nuestra arquitectura, en nuestras letras, en las ideas e instituciones republicanas, en fin, en el imaginario histórico y social que constituyó nuestros países.

Las grandes ideas de la cultura burguesa gala encontraron tierra fértil entre nosotros. Nociones tan centrales como la idea misma del “bourgeois”, en el orden tecno-económico, o el “citoyen” como sujeto político, e incluso la concepción misma de individuo (Moi). La cultura francesa fue el original que ha sido traducido como “modernidad oligárquica” en tierras americanas. Una cultura y una institucionalidad que se encuentra mixturada todavía como impronta de nuestras culturas y de nuestras instituciones.