Gustavo Márquez Marín | En diciembre próximo se realizará en
París la XXI Conferencia de los Estados Partes de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, para adelantar una nueva ronda de
negociaciones con el fin de renovar los compromisos de reducción de las
emisiones de gases con efecto invernadero (GEI). Se busca sustituir al fallido
Protocolo de Kioto (2005) -abandonado por Canadá (2011) y no ratificado
por EEUU el mayor emisor del planeta- con el fin de limitar el incremento
de la temperatura global a menos de 2 grados ¿Hasta dónde será posible
que el club de los grandes consumidores encabezado por EEUU cumplan el
compromiso de reducir sus emisiones y no evadirlas, a través de subterfugios
como el del “mercado de carbono” y la mercantilización de la naturaleza,
siempre buscando “echarle el muerto” a los países periféricos, eufemísticamente
llamados en “vía de desarrollo”?
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
27/10/15
Catástrofe en curso — Estamos en el principio del fin de la civilización del capital
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