“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

11/9/14

¿Ha fracasado el socialismo?

Este artículo hace una revisión de los indicadores de calidad de vida durante el siglo XX en los países gobernados por partidos de sensibilidad socialista, mostrando la notable mejora de dicha calidad de vida en las poblaciones de tales países
Vicenç Navarro
 El enorme dominio de las fuerzas conservadoras y neoliberales en el mundo intelectual, mediático y político explica la percepción, ampliamente promovida durante los últimos treinta años, de que el capitalismo, a pesar de sus obvias deficiencias, es un sistema económico mejor que su alternativa, el socialismo. El colapso de la Unión Soviética, presentada como la máxima expresión del socialismo real, dio pie a que esta percepción se generalizara. Desde Francis Fukuyama al Papa Juan Pablo II, se presentó el capitalismo como el único sistema válido para permitir el desarrollo humano. Este Papa preguntaba en su encíclica Centesimus Annus “¿Debería el capitalismo ser el sistema económico preferido para construir la economía y la sociedad? ¿Es este el modelo que los países del Tercer Mundo deberían escoger en su camino hacia el progreso económico y social?