“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/5/12

La suerte y el desestimiento en la tentativa en base a “La casa de Asterión” de Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges
@ Fernando Vicente
Lucía Laporte

“La casa de Asterión” de J. L Borges describe detalladamente, en forma de monologo por parte de Asterion, la residencia en donde vive, enumerando sus puertas, pasillos, aljibes, etc. que son infinitos. Explica que cada nueve años ingresan nueve hombres a dicho lugar los cuales mueren sin que se ensangrienten las manos. Uno de ellos, antes de morir, profetiza que algún día llegaría su redentor. Este incidente cambia la perspectiva de Asterion porque ya no siente la soledad y encuentra un sentido a su vida; la espera de su redentor. El relato finaliza con la muerte de Asterion –evidenciado como el minotauro- quien apenas se defendió de Teseo cuando le produjo la muerte. Es imposible leer la magnífica pieza de J. L. Borges sin recordar a cada palabra el mito de Teseo y el Minotauro. Pero, claro, el relato mitológico se desarrolla –mas allá de las diferencias que puedan encontrarse según la versión que se lea- desde el punto de vista del “afuera”, de los demás, en tanto Borges se concentra en el minotauro.

Primero de mayo: ¿El retorno de los sindicatos?

Immanuel Wallerstein

Organizar sindicatos era una idea bastante radical en una época tan reciente como la primera mitad del siglo 19. Eran ilegales en casi todas partes. Así que cuando las leyes que los prohibían fueron repudiadas en algunos países europeos, en América del Norte y en Australia en la segunda mitad del siglo 19, se pensaron como concesión ante las presiones de los trabajadores (los obreros urbanos, de hecho), en la esperanza y expectativa de que las clases trabajadoras fueran entonces menos radicales en sus demandas.

En casi todos los países, los sindicatos trabajaron cercanamente con los partidos socialista y laborista que comenzaron a existir al mismo tiempo. Los sindicatos se enfrentaban con muchos de los mismos aspectos de estrategia de los partidos socialista y laborista. El más importante de estos puntos era si podían participar en los procesos electorales y de qué forma. Como sabemos, casi todos ellos decidieron participar y buscar el poder al interior de las estructuras del Estado.