“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/8/11

¿Es también por el oro que quieren acabar con Gadafi? (+ Video)

Omar Montilla

El 23/03/2011 salió publicada en el portal Orange, una información que mereció este titular: “Solo 20 países tienen más oro que Libia. Oro, el arma más valiosa de Gadafi”, y el escueto texto decía: “Libia ha ido amasando unas reservas de oro de 143,8 toneladas. Solo hay 20 países con más reservas de oro, pero son potencias económicas o demográficas mucho mayores. ¿Qué puede hacer Gadafi con todo ese oro?”

Ver video sobre el oro libio
Tal como he publicado en mi blog Gramscimanía, Venezuela es propietaria de  403.1 toneladas de oro, que la colocan en el puesto N° 15 del “ranking” mundial, y según informaciones extraoficiales, en una próxima cuantificación, Venezuela podría pasar a ocupar el lugar N° 13. Las reservas de oro de nuestro país equivalen a más de 20 mil millones de dólares. De ese total, 211,35 toneladas de oro, por un monto de 11 mil millones de dólares se encuentran en bancos del exterior.

¿Donde se encuentran depositadas las 15 reservas de oro más grandes del mundo?

Omar Montilla

La decisión del presidente Chávez de repatriar las reservas en oro de la Republica, no solo constituye un acto racional para proteger nuestras riquezas, sino es un signo alentador que nuestro presidente envía a todo el mundo para significar cual es el rumbo correcto que hay que tomar ante la situación económica y política internacionales.  Constituye además un hecho que reivindica aquella mala hora cuando gobernantes rendidos y sin conciencia de Patria, decidieron lo contrario, y entregaron los destinos de nuestro país a la voracidad del capital internacional, controlado obviamente, por el Imperio.

Las generaciones venideras de venezolanos, sabrán ponderar en su justa dimensión esta decisión, que para tomarla, se necesita una buena dosis de patriotismo, que en este caso se evidencia en demasía.