“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

27/4/14

Il mondo scopre Thomas Piketty, l'economista superstar

  • Thomas Piketty non è solo il brillante economista che riscrive la storia della disuguaglianza degli ultimi secoli; ma un fantastico narratore, ora di estrema attualità
Foto: Thomas Piketty
Marc Tracy  |  Mercoledì sera, nell'ascensore che portava giù all'auditorium da 400 posti presso la City University del New York Graduate Center, un uomo di mezza età che sembrava un economista si vantava così con una coppia di persone di mezza età che sembravano economisti: «io in realtà ho visto per la prima volta Pikettygià nel 2001. Un posticino al Village. Suonava "Capitalismo Patrimoniale", versione acustica, e Emmanuel Saez è uscito per il bis».

Sto scherzando, naturalmente. Ma non si può evitare di essere presi alla sprovvista nel vedere quale accoglienza da rockstar abbia ricevutoThomas Piketty, un economista francese, da quando il suo libro Il Capitale nel XXI secolo  è stato pubblicato nella sua traduzione in inglese il mese scorso. Se il mondo dei giornali e riviste di centro-sinistra fosse una stanza, non si potrebbero far oscillare le braccia lì dentro senza urtare una recensione del libro di Piketty (quasi certamente positiva). Paul Krugman sulla New York

Tres revolucionarios alrededor de una Hembra-Alfa

  • El poeta francés más importante de los años treinta, el líder ruso perseguido por medio mundo y el mítico pintor mexicano convivieron en la célebre Casa Azul de Coyoacán, donde fueron cómplices...
 Jordi Soler  |  “No me acuerdo de haber vivido en otro sitio; los que dicen que me conocieron deben estarse equivocando”; aseguraba el poeta francés André Breton, en uno de los inquietantes ensayos de su primer libro Les pas perdus (Los pasos perdidos, 1924). Breton era poeta y prosista salvaje, y también era el padre de la escritura automática, esa prosa altamente poética que se ejecutaba sin la intervención de la conciencia. Además era el jefe de las filas del grupo Surrealista. La escritura automática, esa técnica que con tanto ímpetu practicaba y que le dio para escribir libros automáticos completos fue, más que descalificada, afeada por Octavio Paz y por el doctor Sigmund Freud, que se había erigido, y así era visto por todo el mundo, como el guardián del subconsciente. Breton insistía en que el Surrealismo era un movimiento artístico democrático y sin jefes, y sus integrantes suscribían esto mismo, pero con un importante matiz: todos somos jefes en el movimiento Surrealista —decían— pero André Breton es más jefe que todos.