“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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22/8/16

El trotskismo y la teoría de las revoluciones traicionadas — Apuntes críticos

Leon Trotsky ✆ Artof Okan
Joel Arriola
A lo largo de su existencia, la imagen proyectada por el trotskismo a nivel mundial –salvo raras excepciones–, ha sido la de una constante y permanente crítica hacia las direcciones más diversas de los numerosos procesos de movilización colectiva (triunfantes o fracasados) ocurridos en cualquier parte del globo a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI. No hay que extrañarse demasiado. El mismo León Trotsky (2002 [1938]) había dicho en un famoso texto, destinado a convertirse en la guía política del movimiento trotskista internacional, que,
"El principal obstáculo en el camino de la transformación de la situación pre-revolucionaria en revolucionaria consiste en el carácter oportunista de la dirección proletaria, su cobardía pequeño-burguesa ante la gran burguesía y la traidora conexión que mantiene con ella en su agonía.
En todos los países el proletariado está sobrecogido por una profunda inquietud. Grandes masas de millones de hombres vienen incesantemente al movimiento revolucionario, pero siempre tropiezan en ese camino con el aparato burocrático, conservador de su propia dirección."
Aquella no era un observación fortuita. Páginas enteras de la producción de Trotsky están llenas de sentencias más severas aún1, y bien podría decirse que aquella célebre fórmula se convirtió, a través de los partidos de la IV internacional, en un verdadero canon ideológico desde el cual se interpretaron las revoluciones y los procesos de movilización colectiva de los sectores subalternos. Desde Trotsky en adelante, raras veces el socialismo y/o las revoluciones no triunfaban por factores ajenos a las direcciones del movimiento, sino ¡porque aquellas direcciones mismas evitaban a toda costa el triunfo!

18/4/16

Recordar -y leer-, a Jack London (1876-1916)

Se anexa una carta de Leon Trotsky a la hija de Jack London sobre el libro ‘El talón de hierro’

Jack London
✆ Andrew J. Mill
Gregorio Morán   |   Este 2016 debería ser declarado el año de Jack London. Había nacido en 1876 en San Francisco y se suicidó en 1916. Nació en enero y cerró la tienda en noviembre. Vivió 40 años y escribió 50 libros y dejó una obra fotográfica monumental de 12.000 clichés. Fue el autor más famoso y mejor pagado de su época. Un desastre humano, nacido para matarse y sin embargo lo tenía todo: una pluma fácil y brillante, un físico de atleta, estatura mediana y un cuerpo hecho para la pelea.

Me acerqué a la literatura gracias a Jack London. Las descripciones farragosas de Emilio Salgari me aburrían, a Julio Verne no lo soportaba. La primera novela negra, según se diría ahora, cayó en mis manos con un comienzo que me dejó tan anonadado que aún lo recuerdo. “Se puso el sobretodo y se dirigió al macadam”. Eran traducciones argentinas o chilenas. Pero si uno no alcanza a entender ni la primera frase, lo mejor que puede hacer es esperar a hacerse mayor y ampliar el lenguaje. No tenía ni idea de qué era “un sobretodo” y menos aún “el macadam”. Me limité entonces a las novelas de vaqueros escritas en general por presos políticos del franquismo, recién salidos de la trena que adoptaban un seudónimo gringo, tenían un gran mapa del oeste de Estados Unidos clavado en la pared y a los que explotaba Bruguera.

11/10/15

Walter Benjamin & Leon Trotsky: ‘Sobre una relación de afinidad electiva’

Enzo Traverso   |   Hace 50 años, a algunas semanas de distancia el uno del otro, dos figuras centrales de la cultura y del pensamiento marxistas de este siglo encontraron la muerte *[1]: León Trotsky y Walter Benjamin. El primero, exiliado en México, fue asesinado con un piolet por un agente estalinista; el segundo se suicidó en Port-Bou, en la frontera española, por temor a ser entregado a los nazis quienes acababan de ocupar Francia, la tierra en que vivió desde su exilio después de 1933. No hay ningún azar en este doble aniversario. Víctimas respectivamente del estalinismo y del fascismo, Trotsky y Benjamin encarnan –en planos diferentes– la lucha por la utopía comunista en medio de un mundo que marcha hacia la catástrofe; es por ello que sus muertes se nos presentan cargadas de un fuerte valor simbólico.

14/9/15

Lenin & Trotsky en la Conferencia de Zimmerwald

Entre el 5 y el 8 de septiembre de 1915 se reunieron en Zimmerwald, una pequeña aldea cerca de la ciudad de Berna, 40 delegados provenientes de 11 países. ¿Quiénes eran los asistentes a esta atípica reunión en un paraje rural de la neutral Suiza mientras la guerra devastaba a Europa y parte del mundo?

 Guillermo Iturbide   |   Eran socialistas de todo el mundo, los pocos que no apoyaban a sus respectivos Estados imperialistas en su guerra contra otros Estados de la misma índole. Los asistentes bromeaban que, 50 años después de que Marx fundara la Primera Internacional, los internacionalistas de todo el mundo “cabían en apenas cuatro coches”. El chiste no ocultaba un sabor amargo. Y a pesar de todo, “combatiendo a la historia con los puños”, allí se estaba poniendo la primera piedra de una nueva Internacional que protagonizaría apenas dos años después las grandes revoluciones obreras que terminarían con la carnicería imperialista.

12/12/14

Jan Van Heijenoort | El secretario tenaz [traductor y guardaespaldas] de Leon Trotsky

Foto: Leon Trotsky
&
Jan Van Heijenoort
Juan Forn
Jan Van Heijenoort tenía un don para la matemática: podía resolver de un golpe de vista ecuaciones con tres incógnitas. Por esa razón recibió beca completa para el Lycée St-Louis de París, pero no fue por eso que se convirtió en secretario, traductor y guardaespaldas de León Trotsky cuando acababa de cumplir veinte años, aunque la situación que enfrentaba Trotsky en su exilio era una suma de incógnitas casi imposible de resolver para una cabeza normal. Como bien se sabe, Stalin expulsó de la URSS a su archienemigo y casi enseguida decidió enmendar el error a su manera habitual: haciéndolo matar. La tarea le demandó casi diez años y buena parte de esa demora se debió a la silenciosa y fiel presencia de Van Heijenoort junto a Trotsky.

“Su apellido es impronunciable, joven. Lo llamaremos Van”, dijo la mujer de Trotsky cuando el robusto muchacho llegó a la isla de Prinkipo, frente a Estambul, en 1932, sin otro equipaje que una máquina de escribir con caracteres cirílicos. Sus únicos pergaminos eran su conocimiento del ruso (aprendido a solas, con un diccionario y un libro de gramática que robó de una biblioteca) y su fidelidad a toda prueba: hijo de un obrero y una criada, Van había abandonado su beca y sus estudios para entregar su vida a la causa. La situación de los Trotsky en Prinkipo era precaria: ningún país quería recibirlos, el gobierno turco les había dado cobijo pero de incógnito. Los Trotsky estaban sin papeles, confinados en esa isla con custodia policial.

10/11/14

Leon Trotsky: más olvido que memoria

Leonardo Padura
Leon Trotsky ✆ Biday
En el mes de octubre de 1989 visité por primera vez la  ciudad de México y uno de mis anhelos a cumplir durante aquella estancia era visitar la casa donde había vivido los últimos años de su vida, y donde había sido asesinado –cumpliendo una orden que solo podía dar Joseph Stalin– el “renegado” León Trotsky.   

Desde que me asomé a la avenida Viena, en Coyoacán, y vi la estructura de fortaleza que había tomado la casa, tuve la certeza de que aquel sitio exhalaba un dramatismo especial y, sobre todo, exhibía un doloroso simbolismo de lo que llegaría a ser un gran derrota histórica. Luego, ya en el interior de la morada –cuyo acceso en 1940 solo era admitido luego de rigurosas comprobaciones por parte de los guardaespaldas que debían cuidar de la vida del refugiado– recorrí el patio donde ondeaba una descolorida bandera soviética sobre el túmulo, marcado con la hoz y el martillo, en que había sido enterrado el cadáver de su principal morador, uno de los grandes líderes de octubre de 1917, el negociador de la paz que permitiría el nacimiento del proyecto soviético y el fundador del ejército que salvaría su existencia.

1/9/14

El legado trágico de Leon Trotsky en México

Ana López-Barrón
Una de las más importantes páginas de la historia de México la llenan los avatares del revolucionario ruso León Davidovich Trotsky, cuando su exilio y la persecución que sufrió del régimen stalinista le llevaron a recalar en la capital mexicana. El revolucionario ruso León Davidovich Trotsky, de origen judío, fue uno de los promotores de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia. Su exilio y la persecución que sufrió del régimen stalinista le llevaron a recalar México D.F., un refugio que se acabaría convirtiendo en una trampa mortal por el atentado que acabó con su vida en 1940, obra del español Ramón Mercader. 

Modelo para refugiados políticos

Desde siempre México ha sido y sigue siendo considerado un país hospitalario y generoso con sus visitantes, especialmente si se trata de refugiados políticos, como los republicanos que huyeron de la dictadura del general Francisco Franco en España, después de la Guerra Civil (1936-1939), o los que lo escaparon de los regímenes totalitarios del Cono Sur Americano, en los años setenta y ochenta del siglo pasado.

23/8/14

Leon Trotsky y su época | A 74 años de su asesinato

Leon Trotsky ✆ Etten Carvallo
Guillermo Almeyra
Trotsky nació, vivió, luchó y fue asesinado hace 74 años en un mundo preñado de revoluciones anticapitalistas y de liberación nacional pero marcado también por contrarrevoluciones originadas por el temor al desarrollo impetuoso del movimiento obrero revolucionario, que entonces era internacionalista. El fin de la Segunda Guerra Mundial, ya sin Trotsky, abrió una etapa completamente diferente, aunque aceleró los movimientos anticolonialistas e independentistas en todo el mundo cuyos ejemplos más potentes fueron la Revolución china, en Asia, la argelina, en Africa y la cubana, en América Latina. Ese fin de guerra presenció una ola revolucionaria mundial, pero sin revolucionarios socialistas que supieran encauzarla y con los partidos socialistas y comunistas empeñados en reconstruir los Estados capitalistas como en Italia, Francia o Bélgica.

Stalin, por otra parte, condujo la guerra en la entonces Unión Soviética como una Gran Guerra Patria, por la Madre Rusia, fomentó el nacionalismo gran ruso, recurrió a los héroes del imperio zarista, reintrodujo en el ejército antes Rojo los capellanes ortodoxos y el poder y las charreteras de los oficiales, restituyó bienes a la Iglesia ortodoxa. 

27/4/14

Tres revolucionarios alrededor de una Hembra-Alfa

  • El poeta francés más importante de los años treinta, el líder ruso perseguido por medio mundo y el mítico pintor mexicano convivieron en la célebre Casa Azul de Coyoacán, donde fueron cómplices...
 Jordi Soler  |  “No me acuerdo de haber vivido en otro sitio; los que dicen que me conocieron deben estarse equivocando”; aseguraba el poeta francés André Breton, en uno de los inquietantes ensayos de su primer libro Les pas perdus (Los pasos perdidos, 1924). Breton era poeta y prosista salvaje, y también era el padre de la escritura automática, esa prosa altamente poética que se ejecutaba sin la intervención de la conciencia. Además era el jefe de las filas del grupo Surrealista. La escritura automática, esa técnica que con tanto ímpetu practicaba y que le dio para escribir libros automáticos completos fue, más que descalificada, afeada por Octavio Paz y por el doctor Sigmund Freud, que se había erigido, y así era visto por todo el mundo, como el guardián del subconsciente. Breton insistía en que el Surrealismo era un movimiento artístico democrático y sin jefes, y sus integrantes suscribían esto mismo, pero con un importante matiz: todos somos jefes en el movimiento Surrealista —decían— pero André Breton es más jefe que todos.

27/3/14

Un tesoro oculto en la Casa Azul | Frida Kahlo & Leon Trotsky

Javier Molina  |  Desde que era una niña, la californiana Lilia Stapleton (Guadalajara, 1949) sintió una fuerte atracción hacia México. Sus padres emigraron a Estados Unidos cuando tenía tres años y llevaron consigo decenas de cartas, recuerdos y fotografías. Su abuelo, José Escudero Andrade, fue coronel, diputado y policía mexicano en los años cuarenta, en una  de las épocas de mayor efervescencia cultural del país. “Desde niña me gustaba hablar con mi abuelo de sus recuerdos mexicanos. Me fascinaba ese mundo”, me cuenta desde California. Los recuerdos permanecieron ocultos en un cajón durante décadas, hasta que, en 1996, su sobrina pequeña, Nicole Camalich, llevó una de las fotografías familiares a sus clases de español. Cuando la maestra vio la imagen sus ojos se abrieron como globos. “Se emocionó mucho al ver la foto y le escribió una carta a mi mamá diciéndole que era un tesoro. Hasta pidió permiso para hacer una copia grande para su salón”. 

13/12/13

El calor del pan | Para los revolucionarios rusos, Siberia era la única morada posible

Leon Trotsky ✆ Danny Vile
Juan Forn  |  En la última noche de 1926, Joseph Roth estaba en Moscú como periodista del Frankfurter Zeitung y pasó el Año Nuevo con un grupo de gente que fue llegando silenciosamente a su habitación de hotel, con botellas de vodka escondidas en los bolsillos. En Moscú, en 1926, ya había que cuidarse bien de lo que se decía delante de otros, pero el vodka fue soltando las lenguas y de pronto uno dijo: “En esta habitación vivió Kargan unos meses”. Todos soltaron los comentarios de rigor (es decir, todas variantes de la palabra traidor), pero después uno se animó a decir que lo había conocido en la prisión en Siberia, otro reconoció que lo había tratado en la clandestinidad del exilio, otro dijo que estuvo a sus órdenes en el Soviet de Petrogrado, y de a poco empezó a armarse ante los ojos de Roth una desordenada biografía coral sobre aquel revolucionario caído en desgracia, mientras la habitación de hotel se iba vaciando inadvertidamente (mejor no hablar de ciertas cosas, mejor ni siquiera oír ciertas cosas si uno quería evitar los problemas en Moscú en 1926).

En los tiempos del zar, como se sabe, caía en prisión un revolucionario y al tiempo se escapaban dos. Los revolucionarios decían que las cárceles eran sus universidades porque, en las horas muertas de encierro, los veteranos transmitían a los novatos lecciones sobre teoría y praxis de la revolución. La praxis era el plan de fuga, porque la obligación de cada revolucionario que caía preso era convertir a uno y fugarse después con él. Por eso empezaron a mandarlos a Siberia.

6/11/13

En torno a La lucha contra el fascismo en Alemania

Hernán Camarero  |  El nazi-fascismo fue la mayor experiencia contrarrevolucionaria del siglo XX. Para el movimiento obrero y el socialismo internacional, su peor enemigo. Su estudio devino en un insumo vital para el desarrollo de un pensamiento estratégico. El destino quiso que León Trotsky, un referente clave de la tradición marxista clásica, fuera el encargado, sobre la base de su propio protagonismo, de ofrecer una explicación teórica, no solo sobre la Revolución Rusa, sino también acerca de esos dos fenómenos reaccionarios contemporáneos: el estalinismo y el fascismo.

La actual reedición en castellano de ‘La lucha contra el fascismo en Alemania’, que compila todos sus escritos sobre la temática, es una oportunidad para reexaminar esa elaboración, desplegada al calor de los acontecimientos. El título constituye la tercera entrega de las Obras Escogidas del autor, a cargo del CEIP León Trotsky/Ediciones IPS (Buenos Aires), en coedición con el Instituto del Derecho de Asilo/ Museo Casa de León Trotsky (México). Se

11/10/13

León Trotsky: “La creación espiritual necesita libertad”

Mural, fragmento ✆ Riego Rivera
Sonny Pimentel  |  Se dice que el arte no se puede juzgar por la afiliación política del artista, pero que el contexto en el que se produce la obra, como la vida y la época en la que éste vivió, es una herramienta para comprenderla. Por otra parte, el arte que se produce en cualquier sociedad es, efectivamente, el reflejo de esa sociedad, y ésta se desarrolla a través de un periodo de transición. León Trotsky decía que el arte revolucionario aún no existía, sino que eran elementos, signos, tentativas; incluso se preguntaba cuánto tiempo se necesitaba para que ese arte se manifestara de manera decisiva. La respuesta se encontró después, en el trabajo de los artistas que surgieron durante la revoluciones de varias naciones durante siglo XX: André Breton, Pablo Picasso, Louis Aragon, Diego Rivera, entre otros. Estas

17/8/13

Leon Trotsky es un león

Leon Trotsky ✆ Frida Kahlo
Narciso Isa Conde  |  Es un león y se llama León. Y sigue siéndolo. Sus ideas tienen ahora más fuerza que antes, no solo por sus agudas y previsoras críticas al rumbo burocrático de la primera revolución obrera y popular victoriosa del siglo XX, (la revolución rusa, rápidamente convertida en revolución soviética), sino por los criterios que sustentó alrededor del estrecho vínculo entre la tareas democráticas, agrarias y anti-oligárquicas, y la transición al socialismo en países de capitalismo atrasado, tardío, subdesarrollado…; países colonizados y recolonizados.

Hoy más que nunca contrasta lo moderno y ultramoderno del capitalismo con la presencia en su seno de las “formas económicas más primitivas” Y hoy, tal como lo evidencia el proceso hacia la revolución en Venezuela, y como apuntan los procesos de reformas anti-neoliberales en otros países, la lucha consecuente contra los modelos neoliberales exige de cambios permanentes, ascendentes, ininterrumpidos, potenciados en el sentido anti-capitalista por fuerzas creadoras de conciencia

24/1/13

¿Qué sigue siendo válido en León Trotsky?

Leon Trotsky
✆ Luiz Fernando Reis
Guillermo Almeyra

La historia es como el mar y las mareas y olas avanzan y retroceden para volver a avanzar impulsadas por los vientos y, cada tanto, sufre violentos momentos catastróficos –sus tsunamis- o parece caer en desesperante calma chicha.

Los grandes hombres, por su parte, tienen la altura de la ola histórica sobre la que se montan y, por consiguiente, en el período de ascenso de la misma abundan quienes, por ejemplo, tienen madera de mariscales de Napoleón o los grandes revolucionarios rusos, con pasta de dirigentes potenciales, que confluyeron en el bolchevismo.

Marx y Engels crecieron montándose en las ruinas imponentes de la Revolución Francesa y Trotsky, como Lenin, en el asalto al cielo de los comuneros parisinos, es decir, en la gran ola anterior a la que ellos mismos comenzaban a subirse. Por eso son hijos de su época, antes

29/5/12

Muestran foto inédita de Trotsky y otros documentos

Entre los documentos están: el contrato Rockefeller-Diego Rivera; una carta de Frida a Trotsky y más documentos históricos

El archivo Diego Rivera y Frida Kahlo de la Casa Azul aún guarda cuantiosos documentos y fotografías inéditos o poco conocidos. De este universo en proceso de revisión y exploración, se obtuvo una pequeña muestra, un extracto simbólico donde se puede ver por primera vez la fotografía tomada a León Trotsky, quien posa en la Casa Azul durante su estancia en México; y el contrato histórico que John D. Rockefeller envió en 1932 a Diego Rivera que más tarde culminaría en el controvertido mural del edificio RCA de Nueva York.

También se presentan dos fotografías halladas en el archivo, las cuales han sido poco difundidas. En una aparecen Arcady Boytler y Sergei Eisenstein; y en otra aparece Isamu Noguchi en la lente de Edward Weston. Además de un fragmento de la carta que Frida Kahlo envió a Trotsky, desde París, lamentando su ruptura con Rivera a causa de una supuesta conspiración por parte del pintor mexicano. En dicha misiva se puede leer cómo la pintora manifiesta su desacuerdo con el revolucionario ruso respecto de su posición, y le explica que no puede hacer nada para mediar en este conflicto, ya que su opinión está de un lado, al ser esposa de Rivera y conocerlo mejor que nadie.