Con la caída del Muro de Berlín la historia entró de lleno
en todo el bloque oriental. Lo hizo como capitalismo dinámico y como
«destrucción creativa». Es una parte de la historia de Europa que no figura en
los libros de texto, ni de la que los medios de comunicación escriben artículos
conmemorativos, porque, como recordarán, se había producido «el fin de la
historia», aquella perversión hegeliana acuñada por Francis Fukuyama y
explotada a la perfección por los think tanks estadounidenses. La
proclamación de la “victoria de la Guerra fría” nunca fue suficiente para los
ganadores. Había que clavar la cabeza del enemigo en una lanza y pasearla por
todos los rincones del país chorreando sangre. En la mejor y más ancestral
tradición germánica, se sobreentiende. Y eso fue exactamente lo que hicieron
las élites políticas y económicas alemanas. Cuando un periodista le preguntó a
Lothar Späth, a la sazón miembro del Presidium de la CDU, si la terapia de
choque económica para la República Democrática Alemana era una forma de
capitulación incondicional, éste respondió lacónicamente: «le contestaré
brutalmente: sí». [1]
“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
26/9/12
La fiebre del oro / El expolio de la República Democrática Alemana [RDA]
Ángel Ferrero
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Busco en mi pasado las huellas de un futuro sin límites
Dejar volar el tiempo ✆ Aranyshev Andrey |
“Y se lo machacarás a tus hijos, y hablarás de ello…”: Deuteronomio, 6.7
Especial para La Página |
Estoy sentado frente al teclado en un recodo de la vida.
Esta vida que empezó su cauce en las estribaciones del Aconquija fluyó por
valles y llanura de manera natural hasta que fue interrumpida en la represa de
los tiempos.
Las cosas que aquí cuento ocurrieron tal vez sin una razón,
pero acá estoy; tratando de poner otra vez en cauce hechos, nombres y vivencias
que tuvieron los más disímiles escenarios: desde la solitaria celda del penal
hacia las viejas calles de mi ciudad; sobrevolando soleadas playas caribeñas o
hundiendo los pies en el polvo suelto del midbar.
España / 25S: ¡Liberemos al Congreso de su secuestro!
Esther López Barceló
Diputada
de Esquerra Unida del País Valencià en Les Corts
& Alberto Garzón Espinosa
Diputado
de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados
Especial para La Página |
¡Esto es un secuestro! La democracia, para ser tal, ha de
servir al pueblo, residir en el pueblo y emanar del pueblo. Y por ello ha de
estar sujeta a leyes, elaboradas a partir de la razón y de la justicia, que
salvaguarden los derechos fundamentales de la ciudadanía y los antepongan ante
cualquier otro poder. Y precisamente por ello lamentamos y denunciamos que en
nuestros días la democracia y sus leyes estén secuestradas por poderes
económicos ajenos a la razón y a la voluntad popular.
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