“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

27/7/13

Una maldita pastoral | Billie Holiday destripaba cada palabra que salía de su boca cuando cantaba ‘Strange fruit’

Billie Holiday ✆ Jaxable
Juan Forn  |  En 1999, la revista Time la eligió desde su tapa como la canción más importante del siglo XX, “la Marsellesa de la lucha contra la segregación racial”, pero sesenta años antes, cuando Billie Holiday la estrenó, la opinión había sido levemente diferente: en un pequeño suelto, la revista lamentaba que la politización hubiese llegado al jazz, e incluso daban a entender que Billie Holiday la cantaba y la había grabado sin entender la letra. La letra decía: “Un fruto extraño cuelga de los árboles del galante Sur / un cuerpo negro que se balancea en la brisa como en una pastoral / los ojos saltones, la boca en una mueca / el aroma dulzón de las magnolias y la carne quemada / que a los cuervos les gusta picotear / a la lluvia empapar y al viento balancear / es el fruto de una amarga cosecha”. Se refería a una foto que había aparecido con escándalo en un diario en 1939: mostraba el cadáver de un negro ahorcado y carbonizado colgando de un árbol en medio del campo.