“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

24/1/15

Es doloroso vivir en medio del caos

Immanuel Wallerstein
El sistema-mundo está en serios problemas y está ocasionando malestar a la vasta mayoría de la población mundial. Los expertos y los políticos se aferran a un clavo ardiendo. Magnifican cada ocurrencia de las leves mejoras momentáneas, por lo común transitorias, de las varias medidas que estamos acostumbrados a utilizar. En el lapso de más o menos un mes, de pronto se nos puede decir, al ir terminando el año calendario, que el mercado se veía mucho mejor en Estados Unidos, pese a haberse visto peor en Europa, Rusia, China, Brasil y otros muchos lugares. Pero conforme arribó el nuevo año hubo una seria caída en los precios de acciones y bonos en Estados Unidos. Fue ésta una voltereta rápida y marcada. Por supuesto, de inmediato los expertos dieron explicaciones, pero ofrecieron una amplia gama de ellas.

La cuestión real en cualquier caso no son los precios de los bonos o acciones en algún país. Es el panorama del sistema-mundo como un todo, que no me parece que se mire muy bien. Para nada. Comencemos con el principal indicador utilizado por los pensadores del establishment –las tasas de crecimiento.

Más sobre Cinema Paradiso – 1988

“Si quieres un amigo, ¡domestícame!… Hay que ser paciente. Te sentarás al principio un poco lejos de mí… Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malos entendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca… Los ritos son necesarios”  Antoine de Saint-Exupéry
Jesús Dapena Botero 
Definitivamente Cinema Paradiso es cine de verdad. Yo la pondría dentro de las diez mejores películas que he visto a lo largo de mi vida. Es cine de veras pues si tratáramos de hacer un resumen del argumento nos resultaría una frase simplona: Remembranzas de infancia y juventud de un director de cine; pues la película es una cinta que, para comprenderla hay que mirarla una y mil veces, una experiencia que nunca resultará fatigante, ya que es todo un placer verla para introducirnos en el mundo de Giancaldo, una aldea humilde, de gentes sencillas, evocadora del Anacapri de Axel Munthe en su Historia de San Michele, que hace de la película casi un documento fílmico y humano, con una extraordinaria simplicidad, que la hace casi el atributo de un genio, quien logra realizar una obra maestra, un poco, también, a la manera de la filmografía de Ermanno Olmi con su sensibilidad hacia la gente humilde, con su enorme empatía por el mundo campesino, que le permite hacer una descripción muy respetuosa de los valores de esa gente del pueblo, así la película no esté articulada por grandes peripecias y más bien sea un canto a la sobriedad, llena de lirismo, de una manera sublime, de una aldea, que ocupa en la historia, una zona transicional entre la tradición y el progreso, donde lo más avanzado es la sala de cine, con sus historias excitantes, épicas, cómicas o melodramáticas, que aúnan a toda la comunidad.