“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

4/3/14

Austria | La insurrección obrera del 12 de febrero de 1934

Henri Marnier  |  La crisis económica mundial que había estallado a finales de 1929 afecto profundamente a Austria a partir de 1931. Esto se tradujo en el hundimiento de la economía y en la bancarrota  del mayor banco del país, el Creditanstalt. Las clases trabajadoras fueron sus principales víctimas, con la subida del paro, las bajadas de salarios, los despidos de funcionarios, la reducción de los subsidios de desempleo, el aumento de impuestos. El movimiento obrero estaba en el punto de mira. En mayo de 1922, fue elegido Dollfus, el líder del Partido Socialcristiano de derechas, que no escondía sus simpatías por Mussolini y su régimen. En marzo de 1933, justo antes de la toma del poder por Hitler en Alemania, Dollfuss decretó la disolución del parlamento  y anunció la creación de un nuevo “Estado corporativo”. En las semanas y meses que siguieron, prohibía las manifestaciones de trabajadores, disolvía el Republikanischer Schutzbund (La Liga Republicana de Protección), la milicia socialista creada