“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/9/14

Neoliberales en América Latina | 1. Ortodoxos y convencionales

Claudio Katz
¿Cuáles son las peculiaridades del neoliberalismo en América Latina? ¿Alcanzó mayor penetración que en los países centrales? ¿Registra un declive superior al resto del mundo? Es sabido que esta modalidad reaccionaria fue introducida en la región con cierta antelación. Las dictaduras del Cono Sur anticiparon en los años 70 la oleada derechista, que posteriormente se afianzó en el grueso del planeta. Pero Latinoamérica ha sido también el epicentro de grandes resistencias populares, que propinaron significativas derrotas a ese aluvión conservador. Una revisión de la trayectoria e ideología del neoliberalismo permite explicar muchas especificidades de la región.

Caracterizaciones generales

Las primeras discusiones internacionales sobre el neoliberalismo destacaron las raíces teóricas de esta corriente en el pensamiento económico neoclásico. También explicaron su aparición por el agotamiento del crecimiento keynesiano de pos-guerra y resaltaron sus objetivos políticos regresivos. El neoliberalismo fue definido en los años 80, como una ofensiva del capital sobre el trabajo para recomponer la tasa de ganancia [1].  

Neoliberales en América Latina | 2. Pensamiento socio-liberal

Claudio Katz
El neoliberalismo de los años 80-90 sumó a varios mandatarios de la denominada Tercera Vía como Tony Blair o Felipe González. Provenían del keynesianismo de posguerra y del reformismo socialdemócrata, pero asumieron el discurso conformista que proclamó el ocaso de la ideología, la extinción de la era industrial y la obsolescen- cia de la lucha de clases. Postularon una mirada socio-liberal y repitieron los mensa- jes privatistas, silenciando los monumentales desequilibrios creados por la desregula- ción de la economía. Los teóricos de este giro asumieron una reivindicación pragmá- tica del capitalismo. Presentaron la globalización como un rumbo inexorable que exigía mayor apertura, eficiencia y competitividad. Pero ocultaron el atropello a las conquistas sociales que introducía este curso[1].
 
El escenario de la involución

En gran parte de América Latina este período correspondió a la transición de las dictaduras a los regímenes constitucionales. Este pasaje fue negociado por las cúpu- las militares y los partidos políticos tradicionales. Los autores que se aproximaron al social-liberalismo justificaron esos pactos, realzando su conveniencia para gestar procesos de soberanía y democratización. Eludieron analizar cómo esos compromisos generaban sistemas políticos maniatados y subordinados a los acreedores [2].

Neoliberales en América Latina | 3. Globalistas y cosmopolitas

Claudio Katz
 El social-liberalismo está deslumbrado con la globalización. Considera que el incremento registrado en la internacionalización de la economía constituye el dato más auspicioso de la realidad actual. Cardoso, Castañeda y Sebreli sólo difieren en los argumentos de esa reivindicación. 

Justificaciones más sorprendentes aportan otros dos autores del mismo perfil. Por un lado, el argentino Fernando Iglesias intenta combinar ciertas tesis de la izquierda liberal con posturas definidamente derechistas. Por otra parte, el inglés Nigel Harris ha sustituido viejos planteos de la izquierda radical por sofisticadas defensas del cosmopolitismo burgués.

Fantasías globalistas

Cardoso considera que la globalización abre las compuertas del progreso. Estima que este cambio permite gestar una sociedad representativa de la vitalidad histórica del capitalismo[1] Pero esta evaluación no condice con la envergadura de la crisis reciente. La convulsión del 2008 no sólo puso en entredicho la supervivencia de los bancos. También reveló un grado de inestabilidad sistémica incompatible con las ilusiones de solidez que transmite Cardoso. Su apología también ignora los aterradores desequilibrios ecológicos actuales. Este deterioro del medio ambiente ha dado lugar a numerosos estudios que advierten contra una potencial regresión a la era de los glaciares.