“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

10/6/09

Un héroe y mártir llamado “El León del Desierto”

Muammar Gadafi, a su llegada al aepuerto militar,de Ciampino, en Roma. En su pecho se puede observar la foto en blanco y negro del héroe y mártir Omar al Mukhtar 


Omar Montilla

Muammar Gaddafi de visita en Italia, fue recibido por el Presidente del Consejo de Ministros, Silvio Berlusconi. La curiosidad era que portaba en su pecho una foto en blanco y negro, que llamó la atención. Inmediatamente fue calificado este gesto como una provocación, porque recordaba los momentos más crueles de la ocupación italiana de su país, Libia. Tampoco pasó desapercibido el lento, pero muy lento descenso del avión, mientras Berlusconi esperaba. Otro detalle fue que Muammar Gaddafi se hizo acompañar de un anciano, que vestía su ropaje tradicional, a quien atendía con particular deferencia: se trataba de Mohammad al Mukhtar, ya octogenario, quien permaneció junto a él durante el saludo a las autoridades italianas que esperaban su llegada en el aeropuerto militar de Ciampino, al sur de Roma. El anciano es una persona que goza de particular afecto en Libia, pues es hijo de un héroe nacional que combatió a los italianos mientras ocupaban Libia.
El héroe en referencia es Omar al Mukhtar (1862-1931) a quien llamaban “El león del desierto”, y fue el líder de la resistencia del pueblo libio contra el invasor. La foto muestra el momento en que fue arrestando y encadenado por los italianos, el 11 de septiembre de 1.931 y condenado a muerte dos días más tarde por orden del "Duce", Benito Mussolini, quien había enviado a los jueces una carta en la que les animaba a una "ineludible condena" del patriota: fue ahorcado al día siguiente.

Esta es la foto en la que aparece encadenado Omar al Mukhtar, luego de su captura por los italianos en 1931
Aunque poco conocido del gran público, las hazañas de Omar al Mukhtar han tenido amplia repercusión y dieron origen a una película titulada “El León del Desierto” (1991), dirigida por Moustapha Akkad. Sin ser realmente una obra maestra del cine, la película logra su objetivo, que es el de transmitir las desgracias que trae la ocupación de un país por una potencia extranjera. Además de la bella historia que cuenta, “El León del Desierto” fue protagonizada por el extraordinario actor Anthony Quinn. Otro detalle importante es que el héroe de la película realmente existió, no fue una invención de Hollywood.
El maestro de escuela Omar al Mukhtar, héroe y martir del pueblo libio en su lucha contra la ocupación de su Patria por los invasores italianos

La historia del colonialismo italiano en Libia, en comparación con otras potencias europeas en África, fue breve, pero no menos sangrienta y comienza con el arribo en octubre de 1911, de un acorazado italiano a las costas de la ciudad de Trípoli, con la intención de quedarse. Los italianos hicieron un llamado a los militares turcos, que entonces ocupaban a Libia, de entregar la ciudad, o esta sería destruida. Los turcos abandonaron la ciudad, pero los italianos atacaron de todos modos, bombardeándola sin clemencia durante tres días. Este hecho marca el comienzo de una serie de acciones entre los ocupantes italianos y los “muyajedines”, que es la palabra árabe para designar a los luchadores por la libertad. En 1912, en la ciudad de Barga, Omar al Mukhtar organizaba el movimiento y se propusieron las estrategias para dar luz a la resistencia contra el invasor. Omar al Mukhtar era maestro de escuela, un educador y como tal también fue un maestro estratega de las tácticas de guerrilla en el desierto, pues conocía muy bien a su país y estaba consciente que los italianos no estaban acostumbrados a la geografía que tenían por delante.
Comenzando con pocos hombres Omar al Mukhtar llegó a constituir pequeños grupos móviles de combate, que dieron excelentes resultados y notable éxito en los enfrentamientos con los italianos, a cuyas tropas atacó, les hizo emboscadas, cortó las líneas de suministro y de comunicaciones, dejándolos avergonzados ante la decisión y el coraje de pocos combatientes. Omar al Mukhtar era un discípulo de los senusis, quienes habían constituido una orden secreta de ascetas islámicos y para su época ya habían perfeccionado una variante del Islam que tuvo mucha repercusión en ese país, sobretodo en el Este, donde ejercían una especie de apostolado ofreciendo acceso a escuelas, a pozos de agua, etc.. Mukhtar acosó a las fuerzas italianas con su pequeña banda de guerrilleros, pero finalmente fue capturado y ahorcado.
Hay una lección que nos deja la vida y la muerte de Omar al Mukhtar: sólo fue vencido cuando el enemigo penetró e infiltró las redes de combatientes.