“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

20/6/07

Baltasar Garzón: Maleante mediático en España, viene a hablarnos de libertad de expresión


Cerró revistas, periódicos y persiguió grupos políticos, juveniles y sociales
Omar Montilla

¿Luchador democrático?

Baltasar Garzón, es juez español que se hizo famoso al pretender procesar al dictador chileno Augusto Pinochet y que llegó a ser diputado en las listas electorales del PSOE, de la mano de Felipe González. Al poco tiempo es nombrado delegado del Plan Nacional sobre la Droga, como Secretario de Estado. Pero sus ambiciones iban más lejos, porque lo que quería era dirigir la policía y la Guardia Civil y no fue complacido. Garzón abandona el gobierno acusando al entonces presidente Felipe González de haberlo usado como señuelo electoral y de no estar realmente interesado en la lucha contra la corrupción [1]. “Así paga el diablo a quien bien le sirve” como dice el viejo refrán.

En Venezuela, acaba de terminar una de sus más sonoras faenas, la que le ha quitado la máscara de “demócrata” que exhibe con descaro mediático. Vino a nuestro país, precisamente a hablar de libertad de expresión, de derechos humanos y de democracia, invitado, financiado y agasajado por los mismos empresarios que promovieron un golpe de estado que eliminó de un plumazo a una Constitución aprobada, por primera vez en la historia mediante referendo popular, y a todos los poderes públicos.

Un periodista español, también él, escribió de Garzón, aunque de manera muy amable lo siguiente:
”Un magistrado (…) sólo tiene el límite de la ley para la independencia de sus actos. Pero es él quien determina los tiempos y esa posibilidad da muchísimo juego mediático porque pone en relación las causas judiciales con las circunstancias políticas. Tampoco paga por las instrucciones defectuosas salvo que contengan una aberración claramente contraria al derecho. (…) La "eternidad" de los jueces en un tribunal excepcional, como es la Audiencia Nacional, no es en absoluto razonable porque todos las demás funciones públicas en las que se entiende de asuntos sensibles tienen unos plazos de vigencia; perpetuarse en cualquier tipo de poder es razonablemente peligroso. (…) Baltasar Garzón (…) metió en la cárcel a un empresario famoso y a un miembro de la Jet Set que luego fueron declarados inocentes; se deshizo como un azucarillo una instrucción inflada por un "arrepentido" llamado Portabales.” [2]

Vemos claramente que algunos asuntillos a Garzón no le han salido muy bien, pero eso los oculta la gran prensa. Garzón siempre está metido en todos los escándalos y durante más de 20 años le ha sacado provecho de todo tipo a los asuntos políticos que conducen a los financieros y viceversa. Muchos lo creyeron un “héroe” cuando le cayó encima a Augusto Pinochet, pero en aquel momento sólo estaba haciendo el papel de payaso que le habían impuesto. Pinochet estuvo preso unos meses en Londres y luego fue “extraditado” a Chile, porque ya era un despojo político que estorbaba a los intereses del Imperio, que en ese momento estaba jugando a la “Concertación” en Chile. De otra forma ello no hubiera sido posible.

A quién le pueden hacer creer que Pinochet era juzgable, cuando ni siquiera el macro-terrorista Luis Posada Carriles lo ha sido en los Estados Unidos. Pero Garzón hizo la comparsa en España para que Pinochet fuera enviado a Chile. Estaba tan “enfermo” que cuando llegó a Santiago se levantó de la silla de ruedas en la que era trasladado, con un vigor que llenó de asombro a todos. Esa “enfermedad” le permitió vivir muchos años más en la más completa impunidad.

¿… y los derechos humanos?

Este juez, tan puro, tan incorruptible, fue capaz de taparear [3] un caso tan aberrante como lo fue el viaje “diplomático” de policías españoles a Guantánamo para “interrogar” a prisioneros marroquíes, tal como fue documentado oportunamente y que transcribo in extenso, dada la pertinencia de esa crónica:
“El Partido Popular (PP) reconoció hoy que en el año 2002, cuando gobernaba José María Aznar, policías españoles viajaron a la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, para interrogar a algunos de los presos allí recluidos,.(…) Gustavo de Arístegui, admitió ese viaje, pero afirmó que se trató de una "misión diplomática" realizada con el "conocimiento del juez" Baltasar Garzón y que tuvo por objetivo ayudar a los posibles presos españoles retenidos en aquella base.(…) reconoció, si bien negó que se realizaran "interrogatorios ilegales" o que los presos en cuestión hayan sido sometidos a torturas. Arístegui dijo que estas informaciones las obtuvo hoy mismo de fuentes diplomáticas que no quiso revelar.
“La visita de los policías a Guantánamo salió a la luz por un artículo del diario "El País", según el cual el gobierno de Aznar, que apoyó a Estados Unidos en la guerra de Irak, actuó al margen de la legalidad internacional y sin orden judicial al enviar a estos agentes a interrogar a una veintena de presos, en su mayoría de origen marroquí.(…) hubo hasta tres viajes de policías españoles a Guantánamo en 2002, para determinar, en compañía de funcionarios diplomáticos, la nacionalidad de varios presos que aseguraban ser españoles. Tras la publicación de la noticia en "El País", el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el secretario general del partido, Miguel Ángel Acebes, quienes en su día fueron ministros del Interior del gobierno de Aznar, dijeron desconocer esos viajes.
“En sus palabras, la misión policial en Guantánamo se debió a que Aznar "no sabía qué hacer para tratar de agradar" al presidente de Estados Unidos, George Bush, y "era capaz de la peor sumisión, del peor comportamiento y de la peor política". Arístegui, dijo que los viajes sirvieron para comprobar la relación directa de algunos de los reclusos de Guantánamo con los casos de terrorismo islamista que se seguían por aquel tiempo en España.
Agregó que, una vez que se verificó la presencia de un solo español (…) el gobierno de Aznar inició los trámites para conseguir "devolverle sus derechos y libertades fundamentales" y su repatriación para "someterlo a un juicio justo"
.[4]

Que se sepa, Garzón no formó ningún escándalo por este caso. Es tan lamentable y canallesco, sólo admisible en una persona despreciable y de malos procederes como lo es el juez Garzón, el vitalicio. ¿Qué dijiste? ¿Cómo justificó ese caso? Simplemente se trataban de “terroristas islamistas” cuya extradición había que solicitar a Estados Unidos, y asunto cerrado.

Garzón, ansioso de notoriedad la emprendió contra el país Vasco con el pretexto de combatir el terrorismo, sólo una excusa, porque el objetivo final era aplastar todas las voces que se levantaran en contra del régimen español, de sus nuevos aliados, la derecha española. Así como Aznar se desvivía por complacer a Bush, Garzón hace lo propio con Aznar, y una de sus acciones “heroicas” fue la de prohibir al partido político legal Batasuna, al que estaban afiliados o simpatizaban mas del el 11% de los vascos. No conforme con este acto “democrático” arremete contra todo tipo de organizaciones políticas, juveniles y sociales, todas ellas sospechosas de terrorismo.
Su empeño mayor fue el de perseguir, criminalizar y cerrar medios de comunicación y casas editoriales independientes bajo la acusación de ser simpatizantes de la ETA. Así, ordenó el cierre de “La Voz de Euskadi”, “Euskaldunon Egunkaria”, la editorial “Ardi Bertzale” y la radio “Egin Irradia”. En la actualidad tiene en la mira al periódico “Gara”.[5].

Garzón: “Quiero para mí el premio Nobel de la Paz”

El juez Garzón está muy activo en todo el mundo, menos en España. Llegó hasta visitar a Bolivia ejecutando actos filantrópicos y está en campaña como “candidato” al premio Nobel de la Paz. Para esto tiene incluso una página web que enumera sus méritos y merecimientos. Visto desde cualquier lado, el Nobel puede ser el reconocimiento a su carrera, ya sea como paladín de la justicia o arribista del poder. El Nobel aguanta todo, la prueba es que se lo dieron a Henry Kissinger y a Ronald Reagan, ambos guerreristas, y no sería extraño que ahora le tocara a Garzón, que ha hecho todo lo posible para ocultar los crímenes de guerra cometidos por tropas españolas en Irak, cuando Aznar, secundó a Bush y a Blair con la patraña de las “armas de destrucción masiva”.

Entonces, Garzón, ¿cómo quieres que te califiquemos?

NOTAS
[1]
Luis Hernández Navarro, «Garzón, luz y sombra» La Jornada (México), 12-12-2002
[2] Diario Directo. Carlos Carnicero: “Sobrevivir sin Garzón”
http://www.diariodirecto.com/hem/20060909//OPINION/CARNICERO/sobrevivir-garzon-marlaska-audiencia-eta-psoe.html
[3] Venezolanismo que equivale a ocultar o encubrir un asunto.
[4] Diario Clarín (Buenos Aires), 14-02-2007,
http://www.clarin.com/diario/2007/02/14/um/m-01363566.htm
[5] La Haine: «Ahora el fascismo va por el diario Gara»:
http://www.lahaine.org, 9-07-2003