“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

28/11/08

“En los trances duros, los señoritos invocan la Patria y la venden..."


Joan Manuel Serrat le canta a Antonio Machado

Este es mi sencillo homenaje al poeta Antonio Machado, cuyo tránsito vital fue fecundo. Murió en un pequeño pueblo francés llamado Collioure, huyendo de la España franquista que no podía perdonar a los poetas, como lo demostró con Miguel Hernández y Federico García Lorca:

"Se le vio, caminando entre fusiles, / por una calle larga, / salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. / Mataron a Federico / cuando la luz asomaba. / El pelotón de verdugos / no osó mirarle la cara. / Todos cerraron los ojos; / rezaron: ¡ni Dios te salva! / Muerto cayó Federico. / - sangre en la frente y plomo en las entrañas-. / ...Que fue en Granada el crimen / sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada..."

Sevilla lo vio nacer en 1875, en un paisaje que se permite describir así:

"Una larga carretera /  entre grises peñascales, /  y alguna humilde pradera / donde pacen negros toros. Zarzas, malezas, jarales. / Está la tierra mojada / por l as gotas del rocío, /  y la alameda dorada, / hacia la curva del río."

Rubén Darío tuvo en él un buen amigo, como se colige de sus versos, como lo fue también de Juan Ramón Jiménez:

“Que en esta lengua madre la clara historia quede; / corazones de todas las Españas, llorad. / Rubén Darío ha muerto en sus tierras de Oro, / esta nueva nos vino atravesando el mar. / Pongamos, españoles, en un severo mármol, / su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más: / Nadie esta lira pulse, si no es el mismo Apolo, / nadie esta flauta suene, si no es el mismo Pan.”

En 1907 el poeta se traslada a Soria, donde conoció a Leonor, joven de 17 años con quien se casó en 1909. De Soria a París donde asistió a las clases del filósofo Henri Bergson, conocido por sus ideas sobre el tiempo y el recuerdo. En julio de 1911 regresaron a Soria. La causa: la enfermedad de Leonor, y un año después la muerte de su esposa lo que provocó una crisis tan profunda en el poeta, que le indujo a abandonar Soria para siempre.

“Es la tierra de Soria, árida y fría. / Por las colinas y las sierras calvas, / verdes pradillos, cerros cenicientos, / la primavera pasa / dejando entre las hierbas olorosas sus diminutas margaritas blancas. / La tierra no revive, el campo sueña. Al empezar abril está nevada / la espalda del Moncayo; / el caminante lleva en su bufanda / envueltos cuello y boca, y los pastores / pasan cubiertos con sus luengas capas.”

Antonio Machado era un ferviente republicano y demostró con su pluma su profundo rechazo al fascismo y al nazismo. Combativo y combatiente por la República española, es empero, esta dimensión de su persona muy poco conocida. De este ejemplo ético y moral me quiero hacer portavoz:

“La heroica y abnegada defensa de Madrid que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la Patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre, y la salva (...) Por encima, y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores [...] Resulta triste estar condenado, como yo, a la elocuencia de la pluma. La única moneda con la cual podemos pagar lo que es debido a nuestro pueblo, es la vida."

Al comenzar la Guerra Civil vivía en Madrid, de allí se trasladó con su madre y otros familiares al pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona:

"Yo voy soñando caminos / de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, / las polvorientas encinas!... / ¿Adónde el camino irá? / Yo voy cantando, viajero / a lo largo del sendero... / - la tarde cayendo está-. / "En el corazón tenía la espina de una pasión; / logré arrancármela un día: / ya no siento el corazón".

En enero de 1939 emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en Collioure:

"Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo, ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar."

Finalmente me limitaré a hacer unas recomendaciones bibliográficas que aparecen enumeradas al final de este texto, con la esperanza buena que han de servir de algo a alguien.

 

1. Biblioteca Virtual Cervantes

2. Wikipedia

3. Revista "A Media Voz"

4. Poemas de Antonio Machado I

5. Poemas de Antonio Machado II

6. Círculo Cultural Antonio Machado