“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

27/6/16

Brexit, la Unión Europea y la OTAN

Atilio A. Boron

El triunfo del Brexit en el referendo abre múltiples interrogantes. La mayoría de los analistas, sobre todo en la prensa hegemónica internacional, ha puesto el énfasis en el examen de sus consecuencias sobre los mercados, su exacerbada volatilidad y la cotización de las principales monedas. Sin restarle importancia a este asunto creemos que este énfasis economicista está lejos de apuntar a lo más significativo. Los mercados son entidades veleidosas, siempre sujetos a esa “exuberante irracionalidad” denunciada por Alan Greenspan, el ex jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, de modo que pronosticar su derrotero una vez consumada la salida del Reino Unido de la UE es un ejercicio ocioso y condenado al fracaso, inclusive si las predicciones se hacen para el corto plazo. Mucho más importante es ponderar lo que la decisión del electorado británico significa en términos políticos: un golpe si no mortal pero sin duda muy duro a un proyecto comunitario que cuando adquirió una connotación social y política progresista fue secuestrado, tergiversado y prostituido por la oligarquía financiera europea. Con la deserción de Londres –un divorcio litigioso y no consentido, al decir de algunos- la UE pierde a la segunda economía y al segundo país en población, lo que debilita a una Europa que, con la estructuración supranacional pergeñada por Bruselas, trató de reposicionarse en términos más protagónicos en el turbulento tablero de la política internacional. Si con el Reino Unido en sus filas la UE no era más que un aburrido segundo violín en el concierto de naciones, con los británicos afuera su gravitación global disminuye aún más vis a vis China, Rusia y los nuevos centros de poder internacional.

Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit

Vicenç Navarro
No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que constituyen la tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales establishments han estado teniendo en las clases populares de los países miembros. Durante estos años, después del establecimiento de la Unión, ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE.