“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

9/6/12

Datos sobre el contrabajo

Prof. Gonzalo Venegas, al contrabajo 
Así suena el contrabajo (Acompañamiento del piano)

El contrabajo es un instrumento de cuerda frotada de tesitura grave. Suele tener 4 cuerdas. En otros instrumentos de su familia, como el violín y la viola, las cuerdas se afinan por quintas ascendentes. En el contrabajo, se afinan por cuartas: mi-la-re-sol. Es el segundo mayor y más grave de los instrumentos cordófonos. El más grave de todos es el octabajo, que da sonidos dos octavas más graves aún.

Más abajo encontrará 5 demostraciones
sobre cómo suena el contrabajo...
Por razón de su tesitura grave, hasta tiempos relativamente recientes muy pocas veces se usaba el contrabajo como solista. El primer contrabajista virtuoso fue Domenico Dragonetti; el segundo, Giovanni Bottesini. El sonido del contrabajo se produce por la vibración de las cuerdas al ser frotadas con un arco, aunque puede también producirse pulsándolas con las yemas de los dedos, al modo del bajo eléctrico o el tololoche, técnica que recibe el nombre de pizzicato o pellizco.
... y 2 videos del maestro
Giovanni Bottesini

Los orígenes del contrabajo se remontan al siglo XVI, época en la que ya existía un instrumento llamado violone del cual parece derivar. Sin embargo, hasta el siglo XIX no adoptó la forma y las características actuales, una combinación de elementos propios del violín y de la viola da gamba. También durante ese siglo se incorporó definitivamente a la orquesta, en la que desempeñaba un papel secundario: se limitaba a reforzar la parte del violonchelo. Las dificultades de la interpretación derivadas de su gran envergadura limitaron su salto a los escenarios.

De monocultivos y motines de indios en Guatemala

Víctor Vásquez [Guatemala] Corte de café
Carlos Maldonado

Especial para La Página
Guatemala sigue teniendo una estructura agraria de corto monocultivista. Y, para respaldar lo dicho, hace pocos días se acaba de elegir la nueva junta directiva de la Cámara del Agro así: José Santiago Molina, representante del sector de la palma africana; Ricardo Villanueva del sector cafetalero y Francis Bruderer del sector bananero, como vicepresidentes; Rodolfo García del sector ganadero y Álvaro Ruiz del sector de la azúcar como secretario y tesorero, respectivamente.

Los sectores representados, son los que absorben el mayor porcentaje de las mejores tierras cultivables para convertirse en latifundios sin que esto resulte en mayor valor agregado que, no solo sigue generando una masa laboral sin mayor tecnificación, sino tampoco aportan a la economía una cantidad sustancial de empleo. Eso sin contar el peor salario de la sociedad. 

Visión de Buenos Aires / Las cacerolas de Puerto Madero

Rolando  “El Negro” Gómez

Especial para La Página
Junto al Río de la Plata, en el costado oriental de la bella ciudad de Buenos Aires, y a escasos metros de la Casa del Gobierno Federal, hubo un viejo puerto inicialmente inaugurado a finales del siglo XIX y abandonado como puerto funcional muy poco después.  Se transformó en un lugar de enormes depósitos abandonados y sitios baldíos por una buena parte del siglo XX, hasta que fue “reciclado” con viviendas de lujo en pleno apogeo del llamado “neoliberalismo” menemista (peronista) en los años 1980, y es hoy, en pleno siglo XXI, un lugar especial.  Un lugar de lujo, verdadero atractivo para el visitante desprevenido.

El humo, el ruido de las sirenas de los barcos, el traqueteo de estibadores, la música de arrabal, ya no existen.  Por supuesto tampoco sus habitantes de hoy son los mismos parias, desclasados y miserables de la vida que lo habitaron por tantos años.

Hoy es un sitio turístico, además de emblemático.  No hay visitante de Buenos Aires que no sea llevado a admirar el “puente de las mujeres” del renombrado arquitecto Calatrava, y a mirar de lejos la cadena de lujosos rascacielos que se ubican hacia el este sobre el río, como si fueran un verdadero mirage, ilusión de vida para la mayoría.Pero la mole impersonal de rascacielos al estilo “primer mundo” no puede de ninguna manera inspirar hoy a poetas del tango ni bohemios de la cultura.  No tiene carácter; no tiene alma.  Los argentinos que realmente aman Buenos Aires como ciudad de un carácter muy especial, mezcla extraordinaria de culturas, argentina, europea y cosmopolita a la vez, desprecian el Puerto Madero reciclado.  Definitivamente no es Buenos Aires.  No debería serlo.  El puente de Calatrava debería haber sido levadizo.