“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

16/7/09

¿Dejaremos a nuestros aliados al garete?

Ubicación en el mapa del mar caribe oriental, de Antigua & Barbuda, Dominica y de San Vicente & Las Granadinas, tres países miembros del ALBA, cuya ubicación estratégica los hace apetecibles para un nuevo zarpazo del Imperio


Omar Montilla

La Alianza Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA) es una propuesta de integración que difiere totalmente del ALCA, porque éste atiende a los intereses del capital trasnacional y persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones. El ALBA se afianza en su en lucha contra la pobreza y la exclusión social y, por lo tanto, expresa los intereses de los pueblos latinoamericanos desde el punto de vista social, y no absolutamente en el aspecto comercial. Pero en el fondo, el ALBA es una alianza política también, porque sólo con una visión global de los problemas y de la decisión que tengamos de superarlos, podremos tener éxito.

Si hacemos un somero repaso a la membresía del ALBA, que incluyen a Antigua & Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, San Vicente & Las Granadinas y Venezuela, podemos sacar en conclusión que los próximos zarpazos vendrán contra uno de nuestros hermanos caribeños, que por territorialmente  pequeños, poco poblados y económicamente vulnerables no dejarán de ser objeto de la atención del Imperio, como se demostró con el golpe de estado que promovió la CIA en ese país, que incluyó el asesinato de Maurice Bishop, el primer ministro, el 19 de octubre de 1983,  seguido 6 días después con la cruenta invasión a Grenada durante el gobierno de Ronald Reagan. Grenada, después de  San Cristóbal & Nieves, es el país independiente más pequeño de las Américas, con una superficie de sólo 344 Km2. (3,3 veces más pequeña que la isla de Margarita) y su población apenas supera los 90.000 habitantes. Sin embargo el despliegue militar y mediático que acompañó a la invasión de Grenada, nada tuvo que envidiarle a la de Panamá o Irak.

Nuestros hermanos caribeños no pueden ser dejados a merced del viento, de la corriente. El maravilloso experimento social, económico y político que es el ALBA podría naufragar si no atendemos a nuestros aliados. Y esta es una tarea que incumbe a todos, no sólo a Venezuela.
¿Qué podemos hacer por nuestros hermanos caribeños? Buena pregunta que amerita una reflexión inmediata.