Un xilófono con un registro más bajo que el registro de la
marimba se llama xilorimba. El recurso más utilizado para el xilófono es el
trémolo, que se obtiene percutiendo alternativamente con ambas baquetas sobre
una misma lámina. El xilófono requiere un gran virtuosismo por parte del
percusionista. Su técnica actual es muy compleja y precisa de un gran
especialista. Su papel en la actual orquesta no es el de ofrecer un toque
exótico a la obra, sino que es un timbre independiente y muy importante dentro
del desarrollo orquestal.
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Música para xilófono |
Su evolución en la orquesta clásica, para llegar hasta el
xilófono actual, es larga y azarosa. Aparece en Europa a principios del S. XV
denominado percusión de madera (Arnold Schild en 1511). En 1528 se describió
por parte de Martín Agrícola un instrumento formado por barritas de madera
(sobre unas 25) al que denominó "Strohfiedel", y un siglo más tarde
Michael Praetorius hizo lo mismo con un instrumento de 15 láminas dispuestas en
hilera en forma de pirámide. Pero los hechos más importantes para descubrir el
Xilófono son los grabados de Hans Hobein donde aparece, en uno de ellos un
xilófono suspendido del cuello de un joven y la publicación en 1695 en Bolonia
de "IL modo facile di suonare el sistro nomato il Tímpano" donde
aparecen melodías populares cifradas para ser tocadas con un xilófono de 12
barras.
A lo largo de la historia se han ido describiendo
instrumentos con las características de un xilófono y en el S. XVII aparecen diferentes
modelos de algo parecido al instrumento actual, como el clavicémbalo de 4
octavas cuyas teclas estaban conectadas con unas bolitas de madera que
golpeaban las barras, o bien el xilófono que era golpeado por debajo de las
barras con unos martillos accionados desde un teclado.
En Europa, el conocimiento del xilófono data de la segunda
mitad del S. XIX, cuando un músico Judío de origen ruso llamado Micha Joser
Guzikow efectuó giras de conciertos por todo el continente con un aparato que
en origen se utilizaba como instrumento melódico. Su virtuosismo atrajo la
atención de Chopin, Lizt y Mendelsshon. Este instrumento era un xilófono de 4
hileras y 28 barras afinadas por semitonos y con una forma trapezoidal.
Charles de Try, constructor del Triphone, fue otro virtuoso
del xilófono. Parece ser que durante un concierto de fue escuchado por el
francés Camile Saint-Saëns, y éste, asombrado, decidió emplearlo en su Danza
Macabra, introduciendo así el xilófono en la orquesta sinfónica. Más tarde lo
volvió a usar en su obre El carnaval de los animales.
Después de esto es ya en el siglo XX donde el xilófono tiene
su papel predominante, (aunque existieran algunos papeles para este instrumento
en obras menores, piezas cortas o bien canciones populares escritas). En 1905
Strauss usa un pasaje de escalas repetidas en "Salome", Strawinsky en
"El pájaro de fuego", "Petroucha", "Las bodas",
etc. Y son Shostakovich, Prokofiev, Kachaturian, Gayanech, junto con todos sus
coetáneos, los que introducen el xilófono por completo tanto en la escuela rusa
de orquestación como en la tradición europea.
En Centro Europa Schoenberg escribió para tres xilófonos a
la vez pidiendo que se tocara por dos ejecutantes, aunque hoy en día lo toca un
solo ejecutante (Moisés y Aaron). Pero fue Bela Bartok quien mostró mayor
interés por el instrumento, demostrándolo en multitud de obras con papeles
importantes (El príncipe de madera, El mandarín maravilloso, Música para
cuerdas, percusión y celesta, El castillo de barba azul y sobre todo la sonata
para dos pianos y percusión).
El impresionismo francés usó el xilófono debido a su
colorido tan particular y su velocidad de ejecución. Existen muchos ejemplos
entre los que cabe destacar a Maurice Ravel y al Español Falla en "El
sombrero de tres picos", o "El retablo de Maese Pedro".
A mediados del siglo XX se desarrolla por completo, tanto en
lo tocante a su ejecución como en su aspecto técnico y físico, aportando de
esta manera la posibilidad a la orquesta de su utilización completa, y es
gracias a los compositores como Pierre Boulez que el xilófono hoy en día esté
considerado como un instrumento imprescindible para la sección de percusión de
una orquesta sinfónica.
Igualmente la llegada de verdaderos virtuosos de este
instrumento ha hecho reaccionar a los compositores, y actualmente se pueden
encontrar obras donde el xilófono tiene una importancia tan vital como
cualquier otro instrumento solista de la orquesta clásica.
Presentamos aquí algunos ejemplos de música para xilófono,
en solos virtuosos.
Steve Reich / Nagoya Marimba Ensemble