“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

5/12/07

Perdimos una batalla y nos arriesgamos a perder la guerra: Tenemos un comandante, pero no veo al Estado Mayor

Fuimos vapuleados y zarandeados por el Imperio: nos cayeron a coñazo limpio y debemos aprender con humildad

OMAR MONTILLA

O será que no hace falta. Nuestro ejército (PSUV) está en plena formación, sin cuadros dirigentes, sin armas, sin pertrechos, sin elementos que le brinden cohesión y dinamismo. Un partido político penetrado por burócratas temerosos de perder su “puesto” y que han sido utilizados por “dirigentes” inescrupulosos para inflar la “militancia” y presentársela al Comandante Chávez como “éxitos” de su trabajo partidista.

Un partido como el PSUV que es como un niño que apenas gatea, que balbucea sonidos incomprensibles e incoherentes, fue lanzado a una batalla desigual donde se decidía en buena medida el destino de nuestro país, y en lo personal el de nuestro Comandante Chávez. Por supuesto que fuimos vapuleados de lo lindo. En el campo de batalla quedó nuestro ejército lamentando la pérdida del 40% (aproximadamente) de sus eventuales efectivos. ¿Es esta una victoria táctica o estratégica? Yo no lo sé, que me lo diga alguien.

Me recuerdo de los tiempos del Polo Patriótico. Si bien no era un ejército homogéneo, cada una de sus partes tenía su pequeña maquinaria de guerra que contribuyó al primer éxito electoral de nuestro comandante Chávez. Pero ahora, ¿qué somos? No niego que los efectivos con los que cuenta ahora en PSUV, los que salieron indemnes de esta batalla, se han curtido en la lucha y prometen dar nuevas batallas por el Socialismo. ¿Pero, son suficientes para ganar la guerra?

Corremos el riesgo de que nuestro comandante Chávez no esté en condiciones legales de conducir la guerra en el 2012, pero… ¿dónde está el Estado Mayor que le ayudará en esa tarea? ¿Estará compuesto por los mismos “generales” que han fracasado ruidosamente en los estados y municipios?

Si vamos a ir a otro proceso para presentar un nuevo Proyecto de Reforma Constitucional, este debería prepararse con conciencia, tomándose el tiempo que sea necesario para ello, sin precipitaciones. El tiempo todavía juega a nuestro favor y luego de hacer algunos movimientos de diversión, hagamos lo que tenemos que hacer. Tomemos las cosas con calma. Analicemos el terreno, estudiemos sobre tácticas y estrategias, busquemos los pertrechos, limpiemos y curemos nuestras heridas y apartemos los malos ejemplos que abundan en nuestras filas.

Para ello será necesario impulsar un Proceso Constituyente y un Gran Congreso Nacional Democrático del Poder Popular que cuente con la participación de todas las Organizaciones Sociales y Políticas que conforman la Revolución Bolivariana y Socialista, con el objeto de discutir y reelaborar la Reforma Constitucional y presentarla de nuevo a referéndum por iniciativa del pueblo en el 2008 ó 2009. Un buen ejército no es aquel que es muy numeroso, no. El mejor es uno que tenga gran capacidad de maniobra, ágil en el terreno, curtido en el combate, armado física y moralmente y con una dirección política y militar correcta. Ese es nuestro desiderátum. ¿Es mucho pedir?

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