“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

28/9/17

Belicismo, globalismo y autoritarismo (I & II)


Claudio Katz
 
En diciembre se desarrollará en Argentina la conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en julio del 2018 la cumbre del G 20. Son dos cónclaves de gran relevancia que reúnen a los principales funcionarios del establishment internacional. En el primer encuentro los popes de las empresas transnacionales actualizarán la agenda de la globalización. Discutirán un cronograma de liberalización del agro, la industria y los servicios.

El G 20 abordará las prioridades geopolíticas. Desde la crisis económica del 2008, un nuevo grupo de actores estratégicos fue incorporado a la gobernabilidad mundial. Pero ya nadie recuerda las pacíficas cumbres de los mandantes del sistema. El Brexit y Trump modificaron radicalmente el tono de los encuentros presidenciales. Los unánimes elogios al capitalismo neoliberal han sido sustituidos por reuniones que concluyen a los gritos. En la última cita de Hamburgo los choques entre Estados Unidos y Alemania desbordaron todos los protocolos de la diplomacia. Estas pugnas entre gigantes continuarán en Argentina y Macri espera lograr alguna palmadita de los poderosos por su rol de anfitrión. Aspira a liderar la derecha latinoamericana exhibiendo sintonía con todos los reaccionarios del orbe.

Para lograr el beneplácito de Trump, el presidente argentino acepta las exigencias estadounidenses de apertura comercial. Para ganar el favor de Merkel acelera las negociaciones de un acuerdo de libre-comercio, que favorecería a la Unión Europea en desmedro del Mercosur.

Pero la percepción de las cumbres globales también ha cambiado en el ánimo popular. Las disidencias por arriba incentivan las resistencias por abajo. Por eso recobran fuerza las movilizaciones contra los dueños del mundo.

Siguiendo la tradición que consagró la derrota del ALCA, ya se prepara en Argentina el rechazo a la OMC y el G 20. Varias organizaciones trabajan en la gestación de actividades para confrontar con el belicismo imperial estadounidense, el globalismo librecambista de las firmas transnacionales y la restauración conservadora en América Latina. Son tres batallas conjuntas contra los opresores de los pueblos.

Pero los cónclaves de los poderosos también obligan a evaluar el nuevo escenario. ¿Qué pretende Trump y cuál es la viabilidad de sus agresiones? 

Siga la lectura o bajar el material en formato PDF
PDF / II