- “Todo aquello que pude ser dicho, puede decirse con claridad: y de lo que no se puede hablar, mejor es callarse”. Ludwig Wittgenstein
Ludwig
Wittgenstein
[A la manera de Mondrian] ✆ Renée Jorgensen Bolinger |
El Tractatus es un texto sumamente complejo que entre otras cuestiones trata de explicar el funcionamiento de la lógica instalándola como el andamiaje o la estructura sobre la cual se levanta nuestro lenguaje descriptivo, en particular, el de
las ciencias naturales, y el mundo que el lenguaje describe. La tesis fundamental del Tractatus es que existe una vinculación estructural entre el lenguaje y el mundo. Wittgenstein llevará esta relación al límite, sosteniendo que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. En efecto aquello que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica gracias a la cual podemos hacer figuras del mundo para describirlo. Es por esto que el filósofo austríaco sostendrá que “todo aquello que pude ser dicho, puede decirse con claridad: y de lo que no se puede hablar, mejor es callarse”.
En el Tractatus,
el mundo es la totalidad de los hechos. Los hechos son “estados de cosas”,
objetos en cierta relación. Por ejemplo, si un hecho es que una taza de mate
cocido esta sobre mi escritorio lo que este hecho muestra es que existe una
relación entre la taza de mate cocido y mi escritorio. Según Wittgenstein, los
hechos poseen una estructura lógica que permite la construcción de
proposiciones que representen o figuren ese estado de cosas. En lógica puedo
escribir T R E para dar cuenta del hecho de que la taza de mate cocido se
encuentra sobre mi escritorio. Pero no vayamos tan rápido. Veamos en detalle
cómo, desde esta perspectiva, Wittgenstein presenta toda su teoría de la
figuración o teoría figurativa del significado.
Tanto con el lenguaje como con el pensamiento podemos, al
mismo tiempo, referirnos a las cosas o decir algo acerca de ellas. Decimos
entonces que nuestro lenguaje tiene dos propiedades o capacidades: la
referencia y la de sentido o significado. Las proposiciones “José construyó una
avión de papel” y “José estudió epistemología” tienen el mismo referente (en
este caso José) pero distinto significado. La teoría figurativa del significado
intenta explicar cómo es posible que con el lenguaje podamos al mismo tiempo
hacer referencia a las cosas y darles sentido. Básicamente, lo que la teoría
postula es que nuestro lenguaje y nuestro pensamiento tienen sentido y
referencia porque son pinturas, figuras o representaciones de las cosas del
mundo. Wittgenstein sostendrá que existen hechos en el mundo, que estos hechos
pueden ser afirmados o negados, que el mundo no es un mundo de objetos sino un
mundo de hechos. La cuestión fundamental es comprender cómo es posible un
lenguaje que pueda dar cuenta de los hechos. El hecho mínimo irreductible o no
conformado por otros hechos es un hecho atómico.
Un hecho es una combinación de objetos que se realiza de un
modo determinado. Este modo determinado en que se realiza la combinación de los
objetos para conformar un hecho constituye la estructura del mismo. Con el
lenguaje, los seres humanos nos hacemos figuras de los hechos. Veamos esto más
detenidamente.
Una figura es un conjunto de elementos combinados de un modo
particular. A su vez, habíamos dicho que un hecho es un conjunto de objetos
combinados de un modo particular y que este modo de combinarse era su
estructura. Pues bien, hechos y figuras poseen una estructura común o análoga.
Dicho de otro modo, tenemos hechos atómicos conformados por objetos combinados
según una estructura y tenemos figuras conformadas por elementos también
combinados según una estructura. Los elementos de la figura son modelos de los
objetos. Figura y hecho comparten una estructura análoga. La figura es un
modelo de la realidad. Ser una figura de una situación es lo mismo que
describirla o que ser un modelo de ella.
La estructura puede formarse o no. Si la estructura puede
formarse, entonces es posible. Esto se denomina forma de figuración. Si no
puede formarse es imposible. Decimos entonces que la forma de figuración, al
pertenecer tanto al hecho como a la figura, los liga y relaciona mutuamente.
Esto tiene una importante implicancia gnoseológica: sabemos de los hechos a
través de las figuras, tenemos la capacidad de hacernos figuras de los hechos.
Existen distintos tipos de formas de figuración. Las tenemos
presentes, por ejemplo, en las partituras musicales, en las obras pictóricas,
en las esculturas, en las maquetas, en el pensamiento y en el lenguaje.
Las figuras son representaciones, nos sirven para
representar algo distinto a ellas mismas, están en lugar de otras cosas y
además son representaciones isomórficas. [2] Sus
características son las siguientes:
Todas las formas de figuración son lógicas. No hay figuras ilógicas. El lenguaje es una figura del mundo o no tiene nada que ver con él. Dependerá de la forma de figuración con la que se construye. Es por esto que la lógica constituye un andamiaje a partir del cual podemos describir el mundo y otorgarle sentido.
Están constituidas por elementos.En toda representación isomórfica, Wittgenstein distingue dos aspectos: la forma y la relación figurativa. La forma de representación es el modo que tiene una figura de representar la realidad. Por ejemplo una maqueta tiene un modo de representar la realidad distinta que una pintura o una partitura. Y en función de la forma de representación la figura podrá expresar o reflejar distintos aspectos de la realidad. Una foto de una galaxia representa un aspecto distinto que una imagen de los rayos gama que emana la misma. La relación figurativa da cuenta del modo en que la figuras están vinculadas con la realidad a la que sustituyen.
Cada elemento representado corresponde un elemento en la representación.
A las relaciones que hay entre los elementos del hecho corresponden relaciones entre los elementos de la representación.
Todas las formas de figuración son lógicas. No hay figuras ilógicas. El lenguaje es una figura del mundo o no tiene nada que ver con él. Dependerá de la forma de figuración con la que se construye. Es por esto que la lógica constituye un andamiaje a partir del cual podemos describir el mundo y otorgarle sentido.
El pensamiento es una figura lógica de los hechos. Lo
pensable es entonces lo posible. El pensamiento se expresa en proposiciones.
Una proposición está compuesta por “signos simples” (las palabras) y una
estructura denominada “articulación”. Tal como habíamos visto hay una analogía
entre los hechos y las figuras. Pues bien, también la hay entre ambos y la
proposición. La proposición es una figura con sentido. Este sentido está dado
por su capacidad de bosquejar y diseñar el mundo más que por ser una copia del
mundo. El lenguaje es para Wittgenstein la totalidad de las proposiciones.
A partir de lo expuesto surgen dos cuestiones: una
ontológica y otra gnoseológica. El mundo puede ser representado y el lenguaje
puede representarlo. La proposición representa el mundo según la lógica, lo
reproduce a partir de su forma lógica de figuración. Si la proposición es una
figura del mundo entonces el mundo puede ser descrito por proposiciones
verdaderas. Tal es la función de las ciencias empíricas.
A partir de lo expuesto y siempre siguiendo al Wittgenstein
del Tractatus, lo que tenemos es que existen proposiciones con
sentido, proposiciones que si bien no son sinsentidos, carecen de sentido como
las de la lógica y las matemáticas y por último, pseudoproposiciones. Veamos
algunos ejemplos:
Proposiciones con sentido:
La pared es roja.Marte es el cuarto planeta del sistema solar.El oro se dilata con el calor.
Proposiciones que carecen de sentido tales como las
tautologías y las contradicciones en lógica y las proposiciones matemáticas:
p o no p
no (p y no p)
La suma de los ángulos interiores de un cuadrilatero es igual a dos llanos o cuatro rectos.
Proposiciones sinsentido:
La nada nadeaMi taza de mate cocido está encima del número pi.Hay un genio maligno en mi cabeza que me hace pensar que todo esto tiene sentido.La fuerte influencia de la teoría figurativa del significado de Wittgenstein en el pensamiento de los principales miembros del Circulo de Viena permite comprender las principales características del empirismo lógico como perspectiva epistemológica fuertemente prescriptiva y fundacionalista.
Bibliografía
Mounce, H., (1983): Introducción al
Tractatus de Wittgenstein. Tecnos, Bs As.
Wittgenstein. L., (1980): Tractatus Lógico-Filosophicus. Alianza, Madrid.
Wittgenstein. L., (1980): Tractatus Lógico-Filosophicus. Alianza, Madrid.
Notas
[1] Las tesis
planteadas en el Tractatus fueron retomadas y criticadas por el propio
Wittgenstein en Los cuadernos azul y marrón y en sus Investigaciones
filosóficas, ambas obras publicadas tras la muerte de su autor.
[2] Es decir: representaciones que tienen la misma forma que lo representado.
[2] Es decir: representaciones que tienen la misma forma que lo representado.
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