“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

30/6/10

Algún día cambiaremos la denominación de “Estado” por el de “Provincia”

Mapa político de Venezuela en el año de 1840

Omar Montilla
I. Razones de una proposición y sus antecedentes históricos 
Mi proposición es muy sencilla: Reformar el Artículo 16 de la Constitución Nacional, para que se elimine la denominación de “Estado”, que ha sido la usual para indicar la forma de organización (no de división) político-territorial básica de nuestro país y que sea sustituida por el de “Provincia”, por su evidente raigambre histórica y jurídica en nuestro país. 



Cuando Venezuela declaró su independencia en 1811, quienes allí participaron lo hicieron a nombre de las “Provincias Unidas” que conformaron originalmente a nuestro país, que como se sabe eran:




21/6/10

La tarea de escribir

Este florero es una pieza única: 
torneada, pintada y horneada por Amelita

¡Cuán trabajosa me resulta la tarea de escribir! No puedo concentrarme en un tema específico y esa debilidad trae como consecuencia un bloqueo intelectual que me impide producir un texto escrito. Trato en este momento de hacer algo para resolver este problema, y simplemente me dedico a teclear sin ningún plan preconcebido, sólo tratar de hacer algo para ver cómo puedo afrontar esta situación.

Por lo demás, si bien reconozco que tengo este impedimento, no me preocupa en exceso. Reconozco también que la situación personal que vivo, abrumado por la tristeza, es un factor importante. Pero el precio que tendría que pagar para superar esta situación es demasiado alto: Tendría que olvidarme de Amelita, tendría que sepultar sus recuerdos, tendría que tender un manto, una cortina que me permita ocultar mis sentimientos. No estoy dispuesto a pagar ese precio; es más, no estoy en condiciones de hacerlo.

Pública y privadamente siempre manifesté el amor que sentía y practicaba, por y para mi Amelita. Ahora que ella ya no me acompaña más en este mundo, sólo me resta seguir, como se dice, los dictados de mi corazón, que me dice que no debo ni puedo olvidarla, porque sus recuerdos y su ejemplo son el mejor alimento para mi espíritu, atormentado y muy dolido.

No sé cuánto tiempo estaré así. No me importa saberlo; pero trataré de escribir cualquier cosa. A ella le hubiera agradado mucho.

18/6/10

Murió José Saramago

Foto: José Saramago
El escritor, periodista y dramaturgo portugués José Saramago murió este viernes, a los 87 años de edad, en Lanzarote, isla del archipiélago canario (España). El también Premio Nobel de Literatura visitó Venezuela en 2004 para participar en el Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Saramago nació en Azinhaga, Portugal, en 1922. Antes de dedicarse a la literatura desempeñó oficios tan diversos como mecánico y editor.

En 1998, el máximo galardón literario del planeta reconoció a un hijo de campesinos sin tierra.

Tenía tres años cuando su familia emigró a la capital. El futuro escritor se formó en la biblioteca pública de su barrio mientras trabajaba en un taller. Hizo estudios secundarios, que por dificultades económicas no pudo proseguir. Su primer trabajo fue de cerrajero mecánico, posteriormente se desempeñó como: diseñador, funcionario de salud, traductor, editor, periodista.

13/6/10

Tarde temprana, melancólica, nublosa...

Tarde anunciadora de un inminente aguacero, cuyo pronóstico no fue desahuciado.
Tarde temprana en el cerro "Los Picachos" en Choroní,


Primero, en el horizonte, el mar eterno de Choroní. Nuestro amado mar que tantas esperanzas sembró en mi corazón.


¿Cómo no amar y estar sembrado en Choroní? Aquí nos trajo la vida y aquí esperamos quedarnos hasta que llegue la hora. ¿Cuál hora? La que nunca se atrasa ni se adelanta.

Mientras tanto, en el cerro "Los Picachos", mi amigo Coco y sus compañeros, siguen la vida vigiando al cardúmen de peces y disfrutando de un paisaje, que de ser tan familiar casi les produce hastío: un interminable hartazgo de belleza.