“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell
12/5/15
La reinterpretación de la historia en la España franquista
Esteban Mira
Caballos | Consumada la victoria, los vencedores
pasaron a construir su nueva España. Para ello era fundamental contar con
mujeres adoctrinadoras en el hogar y con una escuela vinculada al régimen. Lo
primero que hicieron fue desmontar rápidamente la escuela republicana,
realizando una dramática purga entre los enseñantes, comenzando por el cuerpo
de maestros y profesores de secundaria y terminando con los de la Universidad.
Todo aquel que hubiese mostrado alguna inclinación o simpatía hacia la
república o simplemente hacia el ideario liberal era posible cabeza de turco de
la represión. Unos fueron fusilados y otros consiguieron escapar al exilio.
Pero la cosa no quedó ahí; el franquismo asumió desde un primer momento la idea
falangista de la revolución social, para ello montó una verdadera
contrarrevolución educativa. Su revolución social sólo se podía llevar a cabo a
medio plazo, educando a los jóvenes en la ideología Nacional-Catolicista. A la
caza de brujas que supuso la depuración de educadores, siguió el expurgo de las
bibliotecas escolares, eliminando todas aquellas publicaciones que no fuesen
acordes con el nuevo espíritu que ellos llamaban revolucionario pero que en
todo caso era contrarrevolucionario. El círculo se cerró con una férrea
censura, supervisada por la Iglesia, sobre las publicaciones, los periódicos,
el cine, la televisión, el teatro, etcétera. La democratización y la
universalización de la escuela, que con tanto ímpetu pretendiera implantar la
II República, eran ya agua pasada. La nueva educación se basaría en una visión
conservadora y patriótica de la historia nacional.
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Historia
Pasado, presente y futuro del socialismo
Aldo Casas |
[…] cuando se demolía el Muro de Berlín y la implosión del mal llamado
“socialismo real” aceleraba la restauración del más salvaje capitalismo,
incluso en la China conducida por un partido llamado comunista, circulaba en
los países del Este esta broma: “¿Sabe
que es el socialismo? Es el camino más difícil y tortuoso para pasar del
capitalismo al capitalismo”. Más allá de su irónico cinismo, el chiste
ilustraba el abismo que separaba las realizaciones prácticas del “socialismo”
(estalinizado o socialdemócrata) de los iniciales ímpetus emancipatorios del
movimiento obrero y revolucionario.
Para considerar con perspectiva histórica semejante
desastre, vale recordar las amargas reflexiones con las que Carlos Marx
denunció el oportunismo que tempranamente impregnó al Partido Socialista Obrero
de Alemania (luego Partido Social Demócrata Alemán). En la carta con que
presentó su crítica, afirmaba que ese programa (conocido como Programa de Gotha) era
“absolutamente inadmisible y desmoralizador” porque los dirigentes que lo
redactaran habían admitido “el chalaneo con los principios”.
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Socialismo
¿Un futuro para el socialismo?
Composición fotográfica deTerry Eagleton |
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Terry Eagleton
Origen y presente del socialismo
Iñaki Gil de San
Vicente | El socialismo está siempre en adecuación y
adaptación porque el capitalismo, su enemigo mortal, se adapta y adecua
permanentemente. La lucha de clases es movimiento continuo a partir de las
contradicciones sustanciales del capitalismo, lo que hace que la teoría
socialista deba (re)crearse, descubrir e integrar los brotes que emergen de las
raíces y las vivifican. Por esto, está condenada al fracaso cualquier
definición cerrada, fija, dogmática del socialismo. La lucha de clases es la
que impulsa con sus lecciones prácticas el enriquecimiento teórico del
socialismo.
La lucha de clases mundial es la que enfrenta en todo
momento de una forma u otra, pública o soterradamente a la minoría capitalista
con la humanidad trabajadora, el capital con el trabajo. La lucha de clases
particular, local, es la que se libra en cada pueblo, en cada nación o región
del planeta entre las burguesías y los pueblos trabajadores de esos lugares. No
puede existir una sin otra porque son formas de la misma esencia. El socialismo
es la fusión de estas dos expresiones de la unidad: la mundial y general, y la
nacional y local. Unidad que se reaviva al desarrollar formas nuevas en la
historia del capitalismo desde el siglo XV hasta ahora: mercantil y comercial,
industrial y bancario, financiero e imperialista, imperialista y especulativo
en la actualidad. En lo relacionado con el avance teórico-político, podemos
discernir cinco fases:
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Iñaki Gil de San Vicente,
Socialismo
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