“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

19/9/12

La campaña electoral / De los pequeños pueblos a las entradas a Caracas

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Si se le da una mirada territorial a la campaña electoral que está en pleno desarrollo, con miras a las elecciones del 7 de octubre, hay un aspecto que vale la pena destacar. Se trata del contraste que se puede hacer entre el énfasis que ha puesto el candidato Henrique Capriles Radonski (HCR), en visitar una numerosa cantidad  de pequeños pueblos, y la selectiva realización de cortas caravanas-mítines en algunas parroquias de grandes centros poblados, por parte del candidato Hugo Chávez Frias (HCF).

Sobre la envidia / La envidia es una pasión que afanosamente va en pos de todo lo que causa sufrimiento

Leszek Kolakowski

Leszek Kolakowski
De los siete pecados capitales, tal vez sean la pereza y la gula los más fáciles de perdonar, mientras el que más daños y desgracias, crímenes y guerras provoca, según me imagino, es la envidia. En cuanto a la pereza, nos es perfectamente lícito mostrarla en diferentes circunstancias, y la gula —siempre y cuando sea la ajena—, más que escandalizar, nos produce risa. Por lo que a la envidia se refiere, en cambio, no nos gusta manifestarla abiertamente, aunque, a decir verdad, cuando hacemos algo que es guiado por la envidia, no podemos evitar el propio desenmascaramiento, y los espectadores enseguida notarán nuestra pequeñez moral.

Y a veces viento… / Pocas cosas hay más etéreas, volátiles y poéticas que el viento

El viento tiene un efecto purificador, regenerador, removedor, y en su acción modificadora y, a veces, devastadora, como suele ser una de las conductas que asume la purificación

Mario Goloboff

Hay una novela del Premio Nobel de Literatura 1985, Claude Simon, que extrañamente se llama Le vent, publicada en 1957, de cuando data su moderada inserción en el nouveau roman (comodidad nominal que designa a escritores disímiles entre los que se cuentan Marguerite Duras, Nathalie Sarraute, Michel Butor, Alain Robbe-Grillet, aunque unidos por la voluntad común de cuestionar el realismo, la soberanía de la anécdota, la identificación personal de los personajes, el punto de vista de narradores omniscientes).