“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

6/6/14

A propósito de ‘Imperium’ y ‘Consilium’, de Perry Anderson Una discusión sobre el imperialismo norteamericano hoy

Perry Anderson ✆ Robin Varghese
Esteban Mercatante  |  En el número 83 de New Left Review (Sep/Oct 2013) Perry Anderson vuelve al análisis de la política exterior norteamericana, y recorre los planteos de los principales exponentes intelectuales en lo referente a la elaboración estratégica. La revista está enteramente dedicada a dos ensayos de Anderson, un suceso con solo tres precedentes: en 1972 Tom Nairn sobre Europa, en 1982 Anthony Barnett sobre la Guerra de Malvinas, y en 1998 Robert Brenner sobre “La economía de la turbulencia global”. El primer artículo, “Imperium”, analiza los objetivos y los resultados de la política exterior hasta el presente, y recoge los debates intelectuales que generó la conformación del “imperio”, recorriendo todo el arco ideológico. El Segundo texto, “Consilium”, repasa las posiciones de la literatura más relevante que se viene produciendo en la actualidad sobre el rol de EE.UU. en el mundo y las distintas alternativas elaboradas por los principales exponentes de líneas estratégicas de política exterior, para reforzar la posición internacional de los EE.UU., la “nación indispensable” como la llamara Madelaine Albright (secretaria de

¿Que se decide en Colombia?

Foto: Juan Manuel Santos & Oscar Iván Zuluaga
Gustavo Márquez Marín  |  El candidato ultraderechista Oscar Zuluaga, ganador en la primera vuelta de las recientes elecciones presidenciales colombianas, no ha dejado ni un resquicio para la especulación sobre el cambio de dirección que le imprimiría a la política exterior de su país, en un eventual gobierno suyo. Sin ambages afirmó que “invocará la carta democrática de la OEA contra Venezuela”, descalificando a nuestro país como garante de los diálogos de paz de La Habana. En dos platos reafirmó la doctrina guerrerista de su mentor, Álvaro Uribe, quien tras promover la ruptura de las relaciones colombo venezolanas estuvo a un tris de provocar una guerra entre países hermanos y quien ha enfrentado la vuelta a la paz en Colombia, reivindicando la política genocida de la “seguridad democrática”, con sus