“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

1/3/16

Sigue la fiesta

Gustavo Márquez Marín   |   Intentando crear confusión, la cúpula de la MUD-FEDECAMARAS afirma que la crisis demuestra el fracaso del   “modelo socialista bolivariano”, aunque en realidad ésta forma parte de un  ciclo histórico depresivo del viejo capitalismo petro-dependiente-clientelar venezolano. La verdad es que asistimos a la crisis terminal del viejo modelo extractivista importador, generador de un aparato productivo desarticulado y altamente dependiente de las importaciones de insumos y tecnología, carente de dinamismo y autosostenibilidad. Creador de una burguesía cuya existencia dependen de la  extracción de la renta petrolera para acumularla en el exterior y de su articulación con el gran capital transnacional. Modelo este que no ha cambiado con la revolución e incluso se ha profundizado, porque la economía se hizo más dependiente de los petrodólares y la fuga de capitales se triplicó. Es en ese sentido que  podemos hablar de un gran  fracaso. Este reconocimiento debe ser el punto de partida y de encuentro para impulsar una rectificación profunda impulsada desde el chavismo crítico.

El colonialismo y los nativos

Moshé Machover    |    La colonización sionista de Palestina, que comenzó desde los inicios del siglo XX, ha generado un conflicto con características excepcionales. En esencia se trata de un enfrentamiento entre los colonos y los habitantes indígenas que los primeros continuamente intentan desarraigar y desplazar 2. Pero – de forma excepcional en este tipo de conflictos - ha adoptado la forma de una confrontación binaria entre dos grupos nacionales concretos que han cristalizado en y a través de esta colisión asimétrica: una nación colona hebrea y un solo pueblo árabe palestino indígena 3 Me gustaría presentar una visión socialista de cómo se puede resolver esta compleja conjunción de un problema nacional con dos partes y un problema de tipo colonial.

Pero antes de abordar la cuestión específica de Palestina, voy a dar un rodeo: ofrecer una visión general de la forma en que las cuestiones coloniales y nacionales fueron abordadas por nuestro movimiento durante el "largo" siglo XX. Mi propósito al hacerlo no es descubrir una fórmula establecida para hacer frente al problema particular de Palestina: sus singularidades excepcionales excluyen copiar los paradigmas del pasado.