La crisis no ha terminado, pero deja ya un paisaje social devastado. Tras describir sus efectos sociales, este estudio se interroga sobre la existencia de alternativas a las políticas neoliberales llevadas a cabo en la actualidad en Europa.
Las marcas de la crisis
El balance sobre
el empleo se puede resumir, simplemente, señalando que en la actualidad hay el
mismo número de personas que disponen de un empleo que cuando estalló la
crisis: la creación neta de empleo ha sido nula en la zona euro en el curso de
estos ocho últimos años. No es pues, nada asombroso, constatar que la tasa de
paro sea en la actualidad del 10%, es decir casi dos puntos más que al inicio
de la crisis. Esta media coexiste con importantes disparidades entre países: la
tasa de paro sobrepasa el 20% en Grecia y en España, mientras que es inferior
al 5% en Alemania y el Reino Unido. Pero sobre todo, estas cifras globales no
dan cuenta de las transformaciones estructurales desencadenadas por la crisis.