“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/7/07

Armaron un bululú, creyeron que tumbar a Chávez era papaya y ahora andan enculillados

Omar Montilla



Para mi sobrino Augusto Cerradas, en Barquisimeto

Pocas veces en la historia reciente de este país, para no jurungar los espacios temporales, habíamos presenciado un fraude mas escandaloso que el de los estudiantes escuálidos de la universidades privadas, los mismos que se transmutan, invaden y copan las universidades públicas, segregando de ellas a los pobres de Venezuela. Se alebrestaron, armaron tremendo alboroto en defensa de la empresa privada RCTV; se rasgaron las vestiduras en defensa de la libertad de expresión; recularon vergonzosamente en el debate que patrocinó la Asamblea Nacional con los estudiantes bolivarianos; destellaron por instantes gracias a una impresionante cobertura mediática nacional e internacional; y ahora… andan por ahí como ánimas en pena, sin respaldo de nadie, abandonados hasta por los mismos que los azuzaron a esa aventura sin futuro.

Da pena ver a los rezagados, al ripio residual, a la resaca de un éxito que nunca fue tal, a los insuflados por los medios, a los muy pocos tarifados que se montan en una buseta, se hacen acompañar por las cámaras de las televisoras y los “periodistas” de la vergüenza, llegan a centros comerciales convenientemente ubicados y levantan sus manos teñidas de blanco, ahora en una “campaña por la vida”. Como se han acobardado ante las demostraciones populares, ahora se hacen acompañar de guardaespaldas y guardianes privados que se camuflan entre ellos para protegerlos, quién sabe de que y de quién.

¿Dónde están esos líderes de pacotilla? ¿Dónde está el programa que juraron defender? ¿En qué lugar están pasando sus vacaciones? ¿Qué bandera voltearán ahora que RCTV está en el aire a través del cable?

De seguro que la agencia de publicidad que les prepara los guiones les está reservando algo especial,… pero, ¿a qué publico estará dirigido el espectáculo?, porque no será el mismo que explotaron hasta la saciedad, porque este definitivamente se desinfló. Mientras tanto, nuestro presidente está allí, dirigiendo al país que si no fuera por estas esporádicas escaramusas de la derecha oposicionista, viviría un clima de paz.

Como todos los que se enfrentan al proceso revolucionario, ya los vemos deambulando sin consuelo: como los militares de la plaza Altamira, como los meritócratas de la antigua PDVSA, como los militantes de Ad y Copei. Alborotaron algunas partes de la ciudad de Caracas y del interior del país en defensa de Marcel Granier y los turbios negocios que hacía a través de RCTV y ahora están como perros sin amo, sin nadie que los oiga. “Requiescat in pace”

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Los escuálidos "rajan caña" para animarse y ver si pueden tumbar a Chávez

Hay que intentar todo, con tal de salir de la “dictadura”

Omar Montilla

Hace algunos meses publiqué un artículo donde me refería a las alarmantes cifras sobre el consumo de bebidas alcohólicas en Venezuela [1], y la alusión la hacía sobre cifras concretas que logré investigar. Ahora, ese consumo desproporcionado [2] al parecer está aumentando, motivado a los hábitos alcohólicos “in crescendo” por parte de ciertos disociados psicóticos, que como residuo inevitable van quedando debido a la excesiva exposición a ciertos “programas” de televisión, que han logrado alterar la percepción sensorial y cognitiva de muchos venezolanos.

En efecto, gran parte de la macolla oposicionista venezolana está ubicada en la clase media media, clase media alta y alta, las cuales eufemísticamente ahora designan por letras: A, B, C, etc. Este segmento demográfico se ubica geográficamente en las grandes ciudades, fundamentalmente Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo, desde donde sus líderes dirigen y controlan sus negocios en las zonas aledañas, tales como la industria, el comercio, la ganadería y la agricultura. Un denso sector de estos opositores disociados son el producto y la herencia de los politiqueros que durante 40 años asaltaron el erario público con las más aberrantes prácticas. Son personas que viven “de las rentas” que les producen las cuantiosas inversiones, generalmente inmobiliarias y las generosas cuentas bancarias que poseen en bancos extranjeros.

Se ha calculado prudencialmente que en el exterior, fundamentalmente en bancos de los Estados Unidos y Suiza, ciudadanos “venezolanos” tienen depositados más de US$ 180.000.000.000,oo (180 mil millones de dólares), que al cambio oficial alcanzaría una cifra superior a los Bs. 380.000.000.000.000,oo (o sea: 380 billones de bolívares = 380 mil millardos de bolívares). Con este “dinerillo” bien pueden darse ciertos lujos, como el de permitirse el consumo en abundancia de bebidas alcohólicas “y demás yerbas aromáticas” ante la imposibilidad de dedicarse a los “negocios” que antes tenían, y que no eran otros que los de desangrar el patrimonio público, sobretodo del que se generaba a través de PDVSA, verdadera manguangua [3] donde imperaba, como en otras empresas del Estado la matraca [4] y la colusión.

Ahora los vemos por ahí, frecuentando bares, restaurantes y prostíbulos, los que se llenan a reventar, haciendo de este tipo de actividad una de las más lucrativas del país. Vociferan, se jactan sin decoro de sus riquezas, ufanándose de los negocios mal habidos, de sus pretendidas habilidades para ganar dinero con el menor esfuerzo posible, de cómo se aprovechaban sin escrúpulos de sus “destrezas”, de sus relaciones y de los “tentáculos” que tenían con los gobiernos de AD y Copei, en el que tuvieron muchos amigos, a los cuales, evidentemente detestaban y aún detestan con repugnancia. Allí, en esa especie de fauna alcoholizada, figuran los mas despreciables renegados de aquella izquierda, los antiguos ñángaras [5] que hoy exhiben su desvergüenza implorando a los otrora omnipotentes, la cotidiana ración de caña. Mientras consumen ingentes cantidades de alcohol, de las más reputadas marcas y elevados precios, lenta pero inexorablemente se les van fundiendo las pocas neuronas que aun les quedan.

Esos ciudadanos que, por haber nacido en nuestro suelo todavía tenemos que llamar venezolanos, conforman núcleos familiares donde hay jóvenes que, a pesar del alto nivel socio-económico que disfrutan sus padres, inundan las universidades públicas, que se nutren del presupuesto nacional y que las han convertido en reductos de donde han sido execrados y segregados los pobres. No vacilo en calificar a esta desvergüenza como una “limpieza” étnica y económica, que ha marginado y excluido a esos sectores que siempre han aborrecido y desdeñado y que ahora formarían parte de la “chusma chavista”.

Esos señores son los mismos que aborrecen y desdeñan al presidente Chávez. No pueden concebir que una persona “de tan baja extracción social” y de procederes tan poco ortodoxos, pueda gobernar este país. Los consume el odio, la desesperación, la angustia irrefrenable del desconsuelo; y para mitigar tanta ansiedad se refugian en la televisión, donde ingieren en abundancia la programación basura que como ciclo diabólico los va hundiendo cada vez más en los infiernos. Por eso recurren al alcohol, y lo hacen con profusión, sin escatimar en gastos por que tienen dinero; sin disfrutar del gozo que en algunas personas nos produce el moderado consumo de estas especies. Lo hacen por despecho, por vagancia, por odio, para eludir la realidad real, no la virtual en la que viven.

Mientras tanto piensan, anhelan, desean y buscan afanosamente la forma de salir de Chávez. Y Chávez ahí, “duro y curvero”, lo que les enerva aún más. Ese ciclo diabólico en el que han caído no sólo se repite, sino que cada vez más va tomando mayor ímpetu, formando una vorágine que los arrolla, los hunde y los destruye sin misericordia alguna.

NOTAS:
[1] “Alarmantes cifras sobre el consumo de bebidas alcohólicas en Venezuela”, en Aporrea: http://www.aporrea.org/actualidad/a33129.html
[2] “Rajar caña” es un venezolanismo que alude, precisamente al consumo excesivo y sin mesura de alcohol. “Caña” se refiere a la caña de azúcar, de donde se extraen los jugos que se destilan para obtener aguardiente y ron. Es sinónimo de alcohol.
[3] Algo fácil, sencillo, cuyo logro no exige mayor esfuerzo.
[4] Soborno o efecto del soborno.
[5] Comunista, izquierdista o partidario y amigo de éstos.

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