“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

18/8/12

Datos sobre las diez canciones más populares en el Siglo XX

Música para el sábado ✆ Jim Flora
A lo largo del siglo XX la música, siguiendo la tendencia de todo lo que fue aconteciendo a lo largo y ancho del mundo, pasó a ser también una mercadería comercializable más. Eso no quita que muchas de las mercaderías mercadeadas fueran de gran valor estético. Por supuesto, decir esto remite inmediatamente a la pregunta sobre quién y con qué criterios determinar la belleza de una determinada producción artística. Pero lo cierto es que no todas las mercaderías musicales corrieron la misma suerte. Por algún motivo (¿por ser más bonitas, por razones estrictamente estéticas, por estar mejor publicitadas, por una combinación de factores?), algunas piezas se convirtieron en clásicas, en verdaderas leyendas.

Muchas obras musicales de esta producción popular, destinada a enormes mercados masivos, concebidas más como mercaderías vendibles que como grandes creaciones del intelecto y del sentimiento humanos, han sido escuchadas por varias generaciones, y al día de hoy, aunque no están de moda, continúan siendo hitos en la cultura. Nadie dejó de escucharlas alguna vez, y no es infrecuente que se reproduzcan por algún medio de comunicación. O que suenen en cualquier casa de familia, en un restaurante, en algún lugar público.

Más abajo encontrará audios
de las 10 canciones seleccionadas
¿Qué hace que una determinada composición permanezca, guste, se escuche tanto, quede en la historia? Difícil, cuando no imposible, dar la razón exacta de ello. Muchas veces en la elección de los gustos hay elementos más "irracionales" –si así puede decírsele– que racionales. Pero no es eso lo que nos interesa en este breve espacio. No pretendemos hacer una lectura analítica del fenómeno en cuestión; simplemente queremos dar a conocer una lista de obras musicales aparecidas en el transcurso del siglo XX que han quedado ya definitivamente en la historia.

El ‘Negro’ John Howard Griffin contra el Sur

Juan Forn

No es tan raro que un tejano nacido en Dallas viajara a París a estudiar música y lograra ser aceptado como alumno por Nadia Boulanger: los argentinos conocemos el caso de un marplatense que logró lo mismo; su nombre era Astor Piazzolla, y ya sabemos cómo siguió su vida después. Pero el tejano John Howard Griffin llegó a París quince años antes que Piazzolla, y casi enseguida los nazis ocuparon París y, aunque Boulanger era famosa por su taxativa afirmación de que cualquier alumno que se perdiera una sola de sus clases era porque no se tomaba la música suficientemente en serio, hizo una excepción con el joven Griffin: primero le ofreció llevarlo con ella (Stravinski tenía todo listo para hacerla llegar hasta Portugal y desde ahí a América). Cuando el tejano Griffin se negó a huir, la Boulanger lo encomendó a las manos de la Resistencia y le aseguró que retomarían las clases luego de la guerra.

Tres años estuvo el joven Griffin en la Resistencia hasta que logró enrolarse en el ejército norteamericano, que lo envió a pelear al Pacífico, de donde retornó ciego y condecorado después de la guerra a su Tejas natal. Ni se le ocurrió volver a París. Daba clases de piano, daba charlas sobre sus experiencias, empezó a escribir artículos periodísticos. Diez años estuvo así hasta que recuperó milagrosamente la vista. Ya no daba clases de piano para entonces, pero seguía escribiendo y dando charlas. En una de ellas había conocido a Thomas Merton y se hizo medio discípulo de él. Un día de 1959, Merton le mandó un recorte de diario que decía que la tasa de suicidios entre la población negra del sur norteamericano había aumentado. El mismo día, en una charla sobre racismo, oyó tres frases que le quedaron grabadas: “Un negro del sur jamás le dirá lo que piensa de verdad a un blanco”; “La única manera en que un blanco pueda comprender eso es despertando una mañana con la piel negra”; “Hasta que llegue ese día seguirá habiendo una pared entre negros y blancos en el sur”. Griffin entendió todo eso a su manera y tuvo una idea loca: fue a ver a un dermatólogo y descubrió que era posible despertarse una mañana con la piel negra. Existe una enfermedad llamada vitiligo, que produce manchas blancas en la piel. Existe una medicación llamada Oxoralen, que oscurece la piel. Si se toman altas dosis de Oxoralen complementadas con sesiones igualmente intensivas de rayos ultravioleta durante una semana...

La ausencia de democracia en España

Alberto Garzón Espinoza

Especial para La Página
Cuando deviene la crisis económica, y empeoran las condiciones materiales de vida de la población, es natural que se exija a las instituciones políticas una respuesta que consiga detener ese proceso. Eso es lo que ha pasado en España en los últimos años. Sin embargo, la sensación generalizada es que en este tiempo estas instituciones políticas no han sido capaces, o no han querido, dar una solución al problema. Como respuesta, instintivamente la población las declara inútiles e ineficaces. Es ahí precisamente donde encontramos la explicación fundamental de la creciente desafección por la política y sus instituciones. La política institucional es considerada una herramienta no válida para poder dar soluciones a problemas tan acuciantes como el desempleo, los desahucios y el hambre. Se cuestiona a las instituciones políticas y se cuestiona la democracia.

No obstante, el problema nace en considerar que realmente vivimos en una democracia. Nada más lejos de la realidad. Vivimos en una democracia aparente, en una ilusión política a la que hemos convenido en llamar democracia. Porque el poder, en esencia, no se encuentra en las instituciones políticas para las cuales elegimos a nuestros representantes. El poder está más allá, descontrolado, irresponsable y privado. El poder está en el dinero, en esas grandes empresas y grandes fortunas –a las que a veces llamamos mercados- que son capaces de doblegar los intereses de los parlamentos nacionales a través del chantaje y la extorsión. El poder real es fundamentalmente poder económico, y éste último no está sujeto a elección ninguna. Manda quien más tiene y no quién más votos recibe.

¿Cuál tarjeta marcará usted el 7 de octubre?

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Ya las tarjetas están echadas y dispuestas todas en el tarjetón electoral electrónico que será utilizado en las elecciones del 7 de octubre. Cada elector deberá presionar la tarjeta del  candidato o candidata de su preferencia. Para ello tendrá  una amplia gama de opciones, distribuidas en un espacio que está dividido en siete filas y seis columnas.

En la parte alta del tarjetón están ubicadas las tarjetas que respaldan al candidato Hugo Chávez, mientras que en la parte baja se encuentran las que apoyan al candidato Henrique Capriles Radonski. En la franja intermedia, intercaladamente, están las tarjetas de los candidatos que tienen menos chance de ganar las elecciones: me refiero a Luis Reyes (Organización Renovadora Auténtica), Reina Sequera (Poder Laboral), María Bolívar (Partido Democrático Unidos por la Paz y la Libertad), Orlando Chirinos (Partido Socialismo y Libertad) y Joel Acosta Chirinos (Vanguardia Bicentenaria Revolucionaria).

Los que van a votar por el candidato Hugo Chávez tienen varias opciones. Es de suponer que la mayoría lo hará presionando la tarjeta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la cual está ubicada en el ángulo superior izquierdo del tarjetón. Otros lo harán pulsando la tarjeta del Partido Comunista de Venezuela, de Tupamaro, de Podemos o de cualquiera de las otras tarjetas disponibles. La gran interrogante en este caso es cuál tarjeta seleccionarán los partidarios de Hugo Chávez que se agrupan en el llamado Gran Polo Patriótico, ya que la mayoría de ellos en cierta forma no comulga mucho con el PSUV.

Con relación a los que van a sufragar por Henrique Capriles Radonsky (HCR), se plantea una situación un tanto más interesante. Las ubicaciones más favorables las tienen las tarjetas de Primero Justicia, en el ángulo inferior izquierdo, y de Un Nuevo Tiempo, en el ángulo inferior derecho. Al lado de esta última está la tarjeta de la Unidad, propuesta por los representantes de partidos políticos como Acción Democrática, COPEI, Bandera Roja, entre otros. Seguramente que en la recta final de la campaña se verá una disputa interesante, en términos de propaganda electoral, entre estas tres tarjetas, relegando al resto de las tarjetas que respaldan  la opción de HCR. En esta disputa final, por lógica, da la impresión que Primero Justicia tiene todas las de ganar a lo interno de la Mesa de la Unidad Democrática. En todo caso, el 7 de octubre se conocerá la verdad.