“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

1/3/12

El presidente Teodoro Obiang de Guinea Ecuatorial, tiene más plata que la reina de Inglaterra

Teodoro Obiang Nguema Mbasogo,
presidente de Guinea Ecuatorial
Eduardo Febbro

Hay hombres que merecen su lugar en la historia. Las democracias occidentales –y no son las únicas– les reconocen ese derecho especial y por ello, entre petróleo, gas, bosques y explotación minera, les han cedido privilegios y honores exorbitantes a un puñado de dictadores corruptos y homicidas que tienen en los bancos internacionales más plata que el presupuesto nacional del país que dirigen. El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, es uno de ellos. Este dictador lleva 31 años en el poder y hoy es el presidente de la Unión Africana (UA), el organismo panafricano fundado gracias a la abnegación de Muammar Khadafi. Teodoro Obiang Nguema Mbasogo es un dirigente clave y un hombre excepcional. Con una fortuna personal de 468 millones de dólares, más que la reina de Inglaterra y el emir de Kuwait, el presidente de Guinea Ecuatorial es el jefe de Estado africano más rico del continente. 

Datos sobre la actual situación política húngara

Viktor Orban
Primer Ministro de Hungría
Attila Melengh

Hace un año y medio que Hungría ocupa la primera página de los periódicos. Daniel Cohn-Bendit considera a Viktor Orbán un nuevo Chávez o un Lukashenko dentro de la Unión Europea. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton ha amonestado al actual primer ministro de Hungría por atentar contra las libertades personales e interferir en la independencia del sistema judicial. Barroso, el presidente de la Comisión Europea, ha enviado una clara advertencia contra la modificación de la legislación bancaria que afectaría al Banco Nacional y determinaría  la congelación del impuesto sobre bienes inmuebles mediante la Constitución.

Apple y el comercio con China

Behzad Yaghmaian

Revelaciones recientes en los medios de información sobre abusos de los proveedores de Apple han reavivado el debate público sobre China y los costes humanos de la globalización. Entretanto, el Presidente Obama, preocupado por el empleo en un año electoral, ha pedido que China juegue limpio en el comercio internacional y mejore su comportamiento en derechos humanos.

China ha sido un vehículo para la creación de una globalización basada en bajos salarios y bajas normas de trabajo que ha costado muchos puestos de trabajo a Estados Unidos.

Vladimir Lenin y David Bowie en ‘mugshots’ de estilo inmutable con 81 años de diferencia

Ánxel Grove

Los ‘mugshots’ son los clásicos retratos policiales

Entre el par de fotos de la izquierda y las dos de la derecha hay casi un siglo de distancia temporal.  Vladimir Ilich Lenin fue retratado en un cuartel de la policía zarista de San Petersburgo en 1895. David Bowie, en un comisaría policial de Rochester (Nueva York-EE UU) en 1976. Los delitos son distintos, casi discrepantes. El del soviet, ejercer la agitación escribiendo y publicando panfletos peligrosos para el estatus del imperio, con títulos tan manifiestos como Quiénes son los “amigos del pueblo” y cómo luchan contra los socialdemócratas. El del músico, llevar encima casi tres kilos de marihuana.

Kennedy compró 1.200 habanos antes de firmar el bloqueo a Cuba

La vitola de habanos Petit Upmann, era la favorita
del presidente de los EE UU, John Kennedy
El presidente John F. Kennedy ordenó a uno de sus asesores, Pierre Salinger -su secretario de prensa- la compra de mil habanos de la vitola Petit Upmann antes de firmar el bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba en 1962. Cuando éste regresó preguntó:
“¿Cómo te fue?” [preguntó Kennedy].
“Me fue muy bien”, le dijo. “Conseguí 1,200”.
“¡Faaantástico!” [dijo Kennedy] y abrió la gaveta de su escritorio, sacó el documento que prohibía la venta de todos los artículos cubanos en Estados Unidos y lo firmó.

Pierre Bourdieu en el corazón

Wacquant se entrevista a sí mismo con motivo del décimo aniversario del fallecimiento de su amigo, el sociólogo Pierre Bourdieu

Loïc Wacquant

¿Cómo conoció usted a Pierre Bourdieu?
Conocí a Bourdieu en una conferencia pública que daba sobre “Cuestiones políticas”, una tarde gris de noviembre de 1980 en la École Polytechnique. Tras la conferencia, que me pareció densa y abstrusa, el debate se prolongó en la cafetería con un grupo de estudiantes hasta el amanecer. Ahí, Bourdieu diseccionó con una maestría de cirujano las relaciones subterráneas entre política y sociedad en Francia, en vísperas de las elecciones de 1981. Fue como una iluminación para mí y en seguida me dije: “Si esto es la sociología, es lo que quiero hacer”. Así que me matriculé en un curso de sociología en Nanterre y comencé a “hacer novillos” en la École des HEC [escuela de economía] para poder asistir a sus clases en el Collège de France, al final de las cuales solía apostarme para esperarle pacientemente y asaltarle con preguntas. Tomamos la costumbre de ir andando y charlando juntos hasta su casa. Eran como unas fabulosas clases particulares para un aprendiz de sociólogo como yo.

Todos somos griegos

John Holloway

Atenas en llamas. Llamas de rabia. ¡Qué horror! ¡Qué gusto!

No me gusta la violencia. No creo que se gane mucho quemando bancos y rompiendo vitrinas. Sin embargo, siento un gran placer cuando veo la reacción en Atenas y las otras ciudades de Grecia ante la aceptación por el parlamento griego de las medidas impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Si no se hubiera dado una explosión de rabia, me habría sentido a la deriva en un mar de depresión.