“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

16/11/13

Las lecciones del tifón Haiyan para la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU

Amy Goodman  |  El tifón Haiyan, una tormenta de dimensiones históricas, ha devastado a la población de Filipinas, mayoritariamente empobrecida. Miles de personas han muerto, cientos de miles permanecen aisladas, sin alimentos ni agua. En total, millones de personas han sido afectadas en todo el país. La lucha por la supervivencia compite con la urgencia por enterrar a los muertos, asistir a los heridos y el temor a sufrir los embates de las tormentas tropicales que pueden suceder al tifón. Al mismo tiempo, del otro lado del mundo, miles de negociadores, científicos, políticos y periodistas están reunidos en la Conferencia anual sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, que este año tiene lugar en Varsovia, Polonia. Los fuertes vientos que azotaron Filipinas esta semana exigen vientos de cambio en la respuesta mundial al calentamiento global.

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Durante la sesión inaugural de la 19ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 19) que está teniendo lugar en Varsovia, un valiente negociador acaparó la atención de todos los presentes al exigir que se tomen medidas para combatir el cambio climático. “Lo que mi país está atravesando como consecuencia de los eventos climáticos extremos es una locura. La crisis climática es una locura. Sr. Presidente, podemos detener esta locura aquí mismo, en

Nueva Política Económica

Gustavo Márquez Marín  |  Las medidas tomadas por el Presidente Maduro  para enfrentar la guerra económica de la burguesía parasitaria y el imperio,   tienen un carácter táctico y disuasivo al golpear la usura y la hiperespeculación. Con ellas se  atacan  los efectos más no las causas del problema. Buscan  controlar la asignación de las divisas y los precios de los bienes importados pero,  no van dirigidas a  las causas estructurales  que empujan la economía venezolana hacia una crisis estanflacionaria, que podría disipar totalmente los logros sociales de la revolución y hacerla reversible. 

Estas medidas tienen vuelo corto porque no van a la raíz del problema. En todo caso,  deberían hacer parte de una Nueva Política Económica (NPE),  que impulse el desarrollo endógeno sustentable diversificado, hacia la construcción de un nuevo tejido socioproductivo en la transición, que integre la economía social, las PYMES, los productores agrícolas  y las