“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

24/5/12

La salida de Grecia del euro podría convertirse en la envidia de Europa

La suspensión de pagos sería desastrosa para Grecia y el consiguiente contagio sería perjudicial para Europa. O así reza la sabiduría convencional. El debate ha girado exclusivamente en torno a la fuerza del contagio y la respuesta adecuada de los países vulnerables y del país que escribe los cheques. Quizá el debate sea desacertado porque falla la premisa. Expulsada de la Eurozona, Grecia podría ser más peligrosa para el sistema que cuando estuvo dentro, al ofrecer un modelo de recuperación que tiene éxito. Hay un escenario que se ha pasado por alto en el que la suspensión de pagos no es un desastre para Grecia. Si éste es el caso, la amenaza real, más existencial para la Eurozona podría ser muy diferente, donde los griegos serían los últimos en reírse. Se debe considerar este escenario. 
Arvind Subramanian

India
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Las consecuencias inmediatas de la salida o expulsión de Grecia de la Eurozona sin duda serían devastadoras. La fuga de capitales se intensificaría, lo que alimentaría la depreciación y la inflación. Todos los contratos en vigor tendrían que expresarse en una nueva moneda y renegociarse, lo que crearía un caos financiero. Aunque políticamente devastadora, la austeridad fiscal quizá deba intensificarse puesto que Grecia todavía tiene déficit primario que tendría que corregir si faltaran los fondos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Consideraciones acerca de Jean-Paul Sartre

Eduardo Zeind Palafox

Especial para La Página
Los escritos literarios de Jean-Paul Sartre son mejores que los escritos filosóficos de Sartre, Jean-Paul. ¿Por qué he intercambiado la posición de las palabras en la frase anterior? Lo hice para dar a entender lo siguiente: el Sartre literario escribe como hombre, mientras que el Sartre filosófico escribe como autómata.

México
En menos de diez páginas pude descifrar la técnica de redacción o de pensamiento del francés. Decir que lo infinito cabe en lo finito (como Wittgenstein), que la consciencia es la caja de la virtud y que no hay virtud de la consciencia (como Kant), o que toda metafísica implica una teoría del conocimiento y viceversa (como Schopenhauer), es demostrar, sin polisemias o postrimerías significantes, una tradición dialéctica.

En las muchas biografías que hay sobre Sartre, he leído que el filósofo nauseabundo leía a Spinoza (la bella Castor, Simone de Beauvoir, lo atestigua). Y Sartre no se olvida jamás de citarlo (lo cita como "jamais vu" y no como "déjà vu"). Todo el Ser y la Nada será, para mí, un juego dialéctico, un binomio, una marejada de parejas conceptuales. Le rezo a Thor, a Wodan y a Zeus, les rezo para poder concluir sin hastío el mamotreto filosófico de Sartre.