Gustavo Márquez Marín | Un
reciente reportaje del “Washington Post” reveló como la CIA apoyó
al gobierno de Uribe con su sistema de inteligencia y el suministro de
“bombas inteligentes” guiadas por GPS, para asesinar a una “docena”
de líderes de las FARC. Este informe fue confirmado por el
expresidente Álvaro Uribe y el Ministro de la Defensa Juan Carlos
Pinzón.
Simultáneamente, el Procurador Alejandro Ordoñez destituyó
al Alcalde de Bogotá Gustavo Petro, exguerrillero pacificado del M19,
inhabilitándolo para el ejercicio de cargos públicos en los próximos 15
años, por el “delito” de haber enfrentado las mafias de la basura al municipalizar
su gestión para hacerla más eficiente. Le aplicó una sanción desproporcionada e
inconstitucional, calificada así por el Fiscal Eduardo Montealegre y la ex Fiscal
Viviane Morales, la cual solicitó su destitución al Congreso por
este exceso, ya que legalmente es al Presidente a quien le correspondería
tomar esa medida. Este fue el mismo personaje que de manera igualmente
arbitraria y viciada, destituyó a la senadora