“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

31/10/07

Bikini no es sólo una prenda femenina: ¿Qué tiene que ver con la victoria de Cuba en la ONU?

Una terrible y triste historia está detrás de este nombre

OMAR MONTILLLA

La Asamblea General de las Naciones Unidas, por decimosexta vez consecutiva votó una resolución por la cual se condena el bloqueo impuesto a Cuba por el Imperio desde hace 46 años. La votación fue abrumadoramente favorable a Cuba: 184 votos en contra del bloqueo y sólo cuatro votos a favor: EE.UU., Israel, Palau (o Palaos, en español) y las Islas Marshall.

De Israel se sabe todo: es un apéndice del los EE.UU., depende totalmente de la protección que le brinda el Imperio y jamás se atrevería a votar en contra de sus patronos. Los dos últimos “países”, son dignos de ser identificados, para que se tenga noción de la cualidad de “estados soberanos” que ostentan, dado que son miembros de las Naciones Unidas.

Sobre Palaos me remito a cualquier diccionario enciclopédico. Baste saber que su población no alcanza los 20 mil habitantes: sí no es un error, son menos de 20 mil habitantes. Pero este dato demográfico no es suficiente para quitarle su eventual carácter de nación soberana que tiene Palaos, sino que su gobierno depende enteramente de los EE.UU. para su sobrevivencia económica, y en la práctica es un estado cipayo, es decir, es un protectorado sin soberanía alguna que está firmemente atado al Imperio como un Estado Libre y Asociado, en peores condiciones que Puerto Rico.

¿Y Bikini? Bikini es un atolón que actualmente se encuentra deshabitado, de unos 6 km² de superficie y viene al caso porque estas pequeñas islas forman parte del archipiélago de las Islas Marshall, el otro “país” que votó contra Cuba en las Naciones Unidas, cuya población es de sólo 56.000 habitantes, y su status político es igual al de Palaos. Bikini consta de 36 islas que bordean una laguna de unos 594,2 km², que se hicieron muy tristemente famosas porque entre 1946 y 1958, el gobierno de los Estados Unidos, desoyendo la condena internacional, como en el caso del Bloqueo a Cuba, hizo estallar allí 23 bombas atómicas y de hidrógeno.

Para cometer sus atroces crímenes contra la humanidad, los gringos hicieron evacuar por la fuerza a todos los habitantes de las islas y los reubicaron en otros atolones. Pero estos, como otros pobladores de las Islas Marshall, de todas maneras, quedaron expuestos a la nube radioactiva de estas bombas, hecho que no fue accidental, sino que formó parte de un proyecto destinado a verificar los efectos de las explosiones y de su carga radioactiva sobre los seres humanos.

Pero las desgracias que cayeron sobre Bikini no iban a terminar allí, sino que el gobierno de los EE.UU. ha anunciado el propósito de construir allí un gigantesco basurero nuclear, argumentando que las explosiones atómicas la habían hecho inhabitable por lo menos durante los próximos 10.000 años.

En aquellos días, el modista francés Louis Réard preparaba el “lanzamiento” de un novedoso traje de baño femenino, que sin haber sido expuesto oficialmente al público ya causaba escándalos, evidenciado ello porque las propias modelos que habían sido seleccionadas para hacer la presentación se rehusaron a hacerlo, por considerar que era una prenda “indecente”. Se dice que la bailarina Micheline Bernardine al ver la prenda exclamó: "Señor Réard, su traje de baño va a ser más explosivo que la bomba de Bikini". El resto es historia conocida.

Pero en la práctica la denominación de “bikini” a este traje de baño sirvió para ocultar, minimizar y/o banalizar, gracias a una buena y orquestada campaña mediática, el horror y el daño irreparable que los gringos habían ocasionado a las islas Bikini y a todas las Islas Marshall, en general. Espero que la aplastante victoria de Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los criminales que hicieron inhabitable a las islas Bikini por 10.000 años, sea un modesto aporte para reivindicar ante la humanidad, el crimen que causaron en el Pacífico Sur los que hoy quieren hacer desaparecer a Cuba del mapa del Caribe.

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