“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

14/12/15

Primeros apuntes sobre el Plan Económico esbozado por el gabinete designado por Mauricio Macri

Esteban Mercatante & Lucía Ortega   /   El panorama económico con el que se desarrolla la transición es el de un palpable deterioro que se profundiza hace años, pero que no se compara con ninguna de las catástrofes que se vivieron en tiempos recientes.
No hay en el escenario nada que se parezca a las crisis de deuda como las de 1982 o 2001. El servicio que el kirchnerismo ha hecho con el muy celebrado “desendeudamiento”, ingente transferencia de recursos a los acreedores llevada a cabo desde la renegociación de deuda de 2005, hace que la deuda pública con el sector privado, especialmente la parte emitida en dólares y que debe ser devuelta en dicha moneda, esté en niveles muy bajos. Esta equivale hoy a apenas un 11 % del PIB. Aunque gracias al litigio en Nueva York iniciado por los bonistas que rechazaron el canje de 2005 (y su reapertura en 2010) una parte de esa deuda no se está pagando, lo que algunos medios han popularizado como Griefault, esto no se tradujo en la nueva crisis de deuda con la que azuzaban los agoreros. La inflación, estabilizada en una tasa alta y difícil de bajar de manera rápida [1], tampoco se espiralizó de manera incontrolable, creando episodios como los que conoció la historia del país en los años setenta y ochenta.

La próxima recesión — The next recession

Michael Roberts   /   El verano pasado había una creciente preocupación de que la economía mundial, con la recuperación más débil desde la recesión más profunda de producción e inversión desde 1945, se está desacelerando. De hecho, ahora parece que la horrible posibilidad de otra recesión, que es como los economistas llaman a una contracción de la producción, los ingresos y el gasto, es una posibilidad seria en pocos años o incluso antes.

El FMI establece la probabilidad de recesión en las llamadas ‘economías emergentes’ de América Latina, China, Asia y el resto del mundo en un 50%.  La desaceleración de las economías emergentes ha comenzado por la significativa desaceleración de la poderosa economía china, que ha caído de un crecimiento real del PIB de dos dígitos apenas hace algunos años a menos del 7% actual según las cifras oficiales (muchos “expertos” creen que el crecimiento del PIB real es mucho menor que el oficial). A medida que China frenaba, su demanda inexorable de energía, materias primas y otros bienes de exportación provenientes de otras economías, se redujo. Otras economías emergentes grandes cayeron también en recesión (Brasil, Rusia, Sudáfrica).