“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

23/10/15

La larga batalla de Louis Althusser

A 25 años de su muerte, la obra y el legado de Louis Althusser siguen generando polémica

Louis Althusser
Arturo Espinosa
Juan Dal Maso   |   El 24 de octubre de 1990, el diario francés Le Monde publicaba un artículo titulado “Althusser, el maestro quebrado” e informaba: “El filósofo murió el lunes 22 de octubre de una insuficiencia cardíaca en el centro geriátrico de La Verrière (Yvelines). Tenía 72 años”. El mismo día, del otro lado de los Pirineos, El País titulaba “Muere a los 72 años Louis Althusser, el último gran filósofo del marxismo” y el copete agregaba, no exento de cierto morbo: “El pensador, que en 1980 estranguló a su mujer, estaba internado en un centro geriátrico”.

Quien fuera uno de los principales si no el principal filósofo identificado con el marxismo durante la segunda mitad del siglo XX a nivel internacional, no dejaba solamente un triste y solitario final. Dejaba por sobre todo un legado discutido, contradictorio y complejo, que sigue en debate hasta el día de hoy.

Louis Althusser había nacido el 16 de octubre de 1918 en la localidad argelina de Birmandreis. Hijo de una familia alsaciana instalada en Argelia, durante su primera juventud fue un católico convencido. En 1939 ingresó como estudiante en la Escuela Normal Superior (ENS). Durante la Segunda Guerra Mundial fue movilizado y estuvo prisionero durante cinco años en un campo de concentración nazi. En 1948 empezó a trabajar de profesor en la ENS. Ese mismo año se afilió al Partido Comunista Francés (PCF).